Los Juegos Del Hambre : La Historia Aún No Termina.

Capítulo 1

Han pasado algunas semanas desde que volví al distrito 12, desde que volví a mi hogar, y aquí estoy yo acostada, mirando cómo los primeros rayos de sol se encuentran con mi cara, sinceramente aún no asimilo las cosas que pasaron en este tiempo, de todo lo que tuvo que suceder para estar aquí hoy a salvo. Aunque no del todo, ya que las pesadillas siguen atacándome frecuentemente, después de todo lo que viví, dudo que pueda deshacerme de ellas tan fácilmente pienso en el "juego" que el doctor Aurelius me dijo que hiciera, se trataba de que recordará todos los momentos buenos de mi vida, aunque yo sé que hay una sola manera de que el tiempo pueda sanarme, y es al lado de una sola persona. «Peeta», que no esta a mi alcanze en estos momentos, ya que esta rehabilitándose a miles de kilómetros de distancia, sus brazos eran lo único que realmente me podían calmar, no había notado la falta que me podía llegar hacer, bueno si la habia notado pero la diferencia es que ahora que me siento más sola que nunca. Sin Prim. Y sin mí madre que ahora esta trabajando en el distrito 4. No tengo ni la menor idea de como seguirán las cosas desde hoy, pero lo único que deseo es salir de la depresión en la cual estoy hundida, porque eso es lo que hubiera querido mi patito, que saliera adelante, y que todos pudiéramos vivir la mejor vida posible, por todas las personas que ya no están, porque por eso es que luchamos, por una vida mejor por el panem libre que hemos conseguido.
Así que decido levantarme y darme un agradable baño. Después del bosque, este es el segundo lugar mas reconfortable, donde puedo ordenar mis pensamientos tranquila, donde nadie pueda molestarme «aunque ya no quedan muchas personas para hacerlo».
Y así es como empiezo, «Yo soy Katniss Everdeen, vivo en el distrito 12, El cual lo están reconstruyendo, Peeta esta lejos, pronto volverá, y no se que haré»

Ese es mi mayor temor, no saber si volverá hacer el mismo, el Peeta que un día me confesó su amor delante de todo un país, del cual yo me dí cuenta muy tarde que tendría que habérselo correspondido. Y ahora me lamento por no haberlo hecho, tengo la gran incertidumbre de saber con que pensamientos volverá, o si seguirá pensando que soy un muto. Desde que volví a mi distrito con Haymitch, no he salido de mi casa, así que decido vestirme ponerme mi ropa habitual, mis botas de caza y la chaqueta de mi padre.
La única visita que tengo es de Sae la Grasienta, a la cual le han otorgado que me cuide, o más bien que me cociné, porque a pesar de que no me moriría de hambre sola, soy un desastre en la cocina. Cuándo voy bajando por las escaleras veo que sobre la mesa de la cocina me dejo una comida hecha, la cual no le presto mucha atención ya que mi objetivo es llegar al bosque, cuando voy llegando me doy cuenta, que me quede con la vieja costumbre de escuchar si la alambrada está electrificada, se me olvida que ahora no hay nadie que lo pueda hacer. A unos cuantos metros veo a un viejo amigo de la veta, Josh, que esta deshaciéndose de algunos escombros que cargó en su camioneta, a medida que los va sacando yo me acercó a saludarlo.

-Hola Josh

-Hola Katniss, ¿como has estado?

-Mejor, ¿que tal va eso?

-Si bien, de a poco estamos
sacando el distrito adelante.

-Me parece bien. Cuándo estoy a apunto de largarme me doy cuenta que Daryl tiene varias herramientas sobre la camioneta, y entonces es cuándo se me ocurre.
-Oye que te parece si me ayudas a deshacerme de esta alambrada?

-No es un poco peligroso?

-No, cualquier cosa culpame a mí. -Creó que soné un poco despreocupada.

Aunque sinceramente no hay nadie a la vista que nos pueda culpar. Y así es entonces como me pasa un alicate y empezamos a cortar la alambrada abriéndonos paso libremente al bosque. A pesar de que es mucho más alta que yo, me basta como para que yo pueda pasar.

-Bueno, gracias por ayudarme -Le digo.

-No hay problema cuándo quieras, si necesitas algo estaré dando vueltas por el distrito- Me responde.