Hoy era un día muy especial, sobre todo para Nate. Era su cumpleaños.
Todos los de la comisaria quedamos sin que el lo supiera, aunque sospechaba de algo. Sacamos estas conclusiones:
-Haber, como hoy es su cumpleaños he estado pensando en hacerle una fiesta sorpresa...-expliqué-.
-Es buena idea pero...¿que hacemos? Seguro que se lo espera o...-cortó Ryan a Espo-
-No creo, si le mantenemos concentrado en otra cosa no se dará ni cuenta-de repente todos me miraron a mi-
-¿Qué? No me miréis así y decirme va-
-Puedes entretenerle con ya sabes-dijo Tan presumida-
-¿Enserio? Venga chicos, ¿no se os ocurre algo mejor o que?-
-Es como un regalo de cumpleaños Tana, una velada en vuestra habitación, con música y mientras lo preparamos todo-explicó Tam-
-Buf...-bufé- está bien-.
Compramos todo lo necesario para la fiesta y como no, me compré un modelito, más bien me lo compró Tam. Este día iba a ser muy movidito.
De camino a casa compré unas botellas de champagne y unos pétalos de rosa. Llegué a casa y preparé todo: música sensual, pétalos de rosa alrededor de la bañera, el champagne y me puse el modelito.
Llegó Nate y escuchó la música, fue hacia el baño y se asombró.
La mujer de sus sueños, la mujer de su vida, en el momento perfecto, en su cumpleaños...
