Capítulo 2. ¿Quién soy?

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No recuerdo mucho de mi vida, solo algunos detalles de mi infancia y de lo que pasaba a mi alrededor. Es como si partes de mi memoria las hubieran eliminado de mi mente. Y te preguntarás, ¿quién es esta persona que escribe? Pues no lo sé. Exacto, también he perdido mi nombre. Así que podéis llamarme la maldita o la loca. O simplemente olvidarme.
Hace tiempo que estoy pensando en escribir mi problema y desahogarme con alguien, aunque solo sea papel.

Todo esto comenzó cuando tenía 10 años. Sentía como que era diferente a los demás. Mi mente decía que asesinara a todos mis compañeros de clase. Habían veces que hasta discutía conmigo misma para sacarme esa idea de la cabeza. Yo solo quería tener amigos y jugar con ellos, ser normal. Por las noches apenas podía dormir, ya que soñaba con gente muerta que venían a buscarme para matarme a mi también o cosas por el estilo. Yo era diferente y lo sabía.

Mis padres me llevaron a un médico porque un día les expliqué mis pesadillas y ellos pensaban que era algún tipo de trastorno, pero yo todavía sabia controlar mis pensamientos y actuar normal, sin escucharla a ella. El doctor dijo que seguramente solo eran eso, pesadillas.

Ahora tengo 24 años y estoy sola. Mis padres murieron en un accidente de avión a mis 18 años y como ya tenia edad para vivir sola, me fui a las afueras de la ciudad donde pase mi infancia para dejar los problemas atrás. Pero eso no fue suficiente.

Ahora ha ido todo a peor. Mi cabeza explota por esa palabra. Ella sigue conmigo y yo sigo con ella. No salgo de casa por miedo a que ella venga en medio de la calle y que todos me observen mientras me retuerzo de dolor y caigo casi desmayada al suelo. Prefiero que pase eso en mi piso, donde la soledad y el silencio son presentes en cada instante. O casi siempre.

Esto es solo un pequeño resumen de mi vida. Ahora no se donde me encuentro, solo recuerdo que alguien hizo que me desmayara y despertara en esta habitación sellada. Ella se ha ido, pero se que volverá. Ojala esto que escribo no sea lo último que haga en mi vida, y si es así, espero que por lo menos alguien encuentre esta libreta y sepa de mi existencia. Y de quien repetía aquella palabra.

Escapar de Ella no es una opciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora