_AMIGOS.
Mi nombre es Ana. No es de Anabella ni de Anastasia. Dios, vomitaría si me llamara así. Mi nombre es simple; Ana. Tengo 17 años y...oh dios no puede ser. Aguarden.
-Déjalo ¿Quieres?-Grité impacientemente.
No podía soportar que Lindon (El chico más popular de la secundaria que da la casualidad de ser mi novio) haga pasar ridículo a un pequeño chico nuevo que lo único que había hecho era pasar por el pasillo.
-¡Ana ya te he dicho! No intervengas en esto maldita sea-Contestó furioso.
-¿Qué no intervenga en que? En este desorden patético que tienes en tu vida? Junta tu mierda y deja al chico en paz-Insistí histérica.
Si no lo lograba detener yo, seguramente ni el director pudiera.
Antes de poder acercarme al inocente chico, que se encontraba acorralado contra los casilleros para llevármelo lejos. Lindon me sujetó fuertemente desde la cintura hacia el.
Amaba cuando hacía eso, si, soy media masoquista. Bienvenido a mi triste mundo tóxico y retorcido.¡Tengo carácter! Pero cuando se trata de Lindon...él me consume por completo.
-¿Nena que acabé de decirte?-Espetó suavemente.
-Lin ya suéltame-Susurre tratando de quitar sus manos sobre mi.
-¡Basta puerco!-Kat apareció por el pasillo. Kat era mi mejor amiga. Hace semanas que no la veía, estaba de viaje y hoy se suponía que volvía. Si, somos el típico cliché de mejores amigas, prácticamente inseparables que nos contamos absolutamente todo. Y este había sido tiempo récord sin vernos.
-¡Kat!-Dije felizmente separándome al fin de Lindon.
Camine hacia ella y la abrace fuertemente.
-¡¿Y cómo te ha ido?!- Pregunté entusiasmada.
-De maravilla. Tengo tanto que contarte-Respondió con una sonrisa de oreja oreja.
-Vamos Ana, vámonos de aquí. ¡Y tú paliducho! (Se dirigió hacia el chico inocente) ven con nosotras-Sugirió.
Luego le saco la lengua a Lindon y nos retiramos.-Gracias-Apenas se pudo escuchar del chico y luego desapareció a los segundos.
-Deberían vender personalidades. Pobre chico, da igual. Ni siquiera tendría plata para comprarla-Comentó Kat.
-¡Kat por dios!-Me reí a carcajadas-Que si la tiene igual... es el hijo de los Hapstall. Además no digas estupideces. Sí que tiene personalidad, solo que la debe tener escondida como la mayoría. No seas criticona Kat-Respondí más seria esta vez.
-Mmm...alguien a estado de malas vibras. Sabes que no lo dije enserio-Me miró divertida esperando algún tipo de explicación.
-Vale. Estoy destrozada. Hasta las manos-Respondí.
-Ya lo te lo he dicho...debes terminar con ese patán, no te hace bien. Ese chico te cambia completamente. Es un pedazo de basura-Comentó.
-¿Luego de cuatro años de relación? Olvidalo. No quiero estropear lo que me ha durado más en toda la vida-Contesté.
-Créeme, ya está estropeado, desde hace mucho-Dijo Kat sinceramente.
La mire incrédula con los ojos brillosos, en cualquier momento me largaba a llorar.
-No lo dices en serio. Kat retíralo por favor-La amenace dolorida.
-Lo siento tanto Ana, he estado aguantándome lo suficiente pero verte de esta manera tan angustiada por alguien que no vale ni un centavo, no es para nada bonito-Respondió lo más cariñosamente posible.
-No sé qué hacer-Dije confundida.
En el fondo sabía perfectamente que Kat tenía razón. Siempre la tiene. Es mi luz en la oscuridad siempre lo ha sido (Vale me puse toda sentimental y poética).
-Oye espera, como fue eso de "Lo que más a durado en mi vida" ¿Que paso con mi amistad eh perra?-Reprochó a risas.
-Sabes que ni lo tengo que mencionar Kat-La abrace nuevamente. -Que bueno que estés devuelta-Agradecí en voz alta.
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AMIGOS.
Teen FictionEstos cuatro chicos sin darte cuenta terminan teniendo un gran vínculo, malo? Tal vez bueno? O quizás solo confuso. Anímate a vivir esta historia junto a ellos.