Emma

5 1 0
                                    

- 21 de marzo del 2000. -

Eran las 10 de la noche de aquel sábado, y ya llevábamos cinco partos en todo el día. Todo el mundo estaba cansado. Nos comunicaron que venía una mujer con su marido, y que tenía que entrar directamente. Todos pensamos que era un parto más, pero no fue así. Obviando el echo de que los padres estaban muy unidos, más que la mayoría, cuándo sacamos al niño y nos miró con esa sonrisa y esos ojos.. en ese momento supe que ese niño era especial. Y más iba a serlo.

Cuando lo depositaron en los brazos de su madre, ante la atenta mirada del marido, no pude evitar sacarles una foto con su móvil, cosa que me agradecieron más tarde.

Cuándo llegue a casa, como siempre, para que me hija pequeña se durmiera, me inventaba cuentos adaptando cosas del hospital a la edad de mi hija y a un mundo de fantasía. Esta noche le conté como un niño, con sólo su sonrisa, salvó a una princesa de las garras de un malvado dragón.

Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora