No logro encontrar algún escritorio vacío, así que... de la nada una persona se retiró, pues, más suerte para mí... bueno hablando de suerte no he visto a Jason.
-Hey.! la chica que viste de negro- escucho una voz, que obviamente sé que me describe, así que me volteo a ver y.. era él.
¡Qué pena! el ya sabe qué soy yo... lo único que me queda es calmarme, para no cometer otra estupidez.
-Hey!, tú!, necesito hablar contigo...- esta vez con un tono más fuerte, acercándose al lugar dónde me encuentro.
-Hola...- Lo saludo en un tono calmado..., o por lo menos en un tono menos nervioso.
-Hola, tú debes ser una de las nuevas, ¿no?- preguntó a la vez de sonreír.
Su voz, es simplemente la perfección al igual que su hermosa sonrisa, con esos dientes tan blancos cómo las nubes, no puedo parar de apreciar lo que veo.
-Sí, me llamo Dakay y tú?- pregunto cada vez más seria, pero entre cubriéndome la boca.
-Es un placer, señorita Dakay, yo soy Jason- Tomándome de la mano, siempre con esa sonrisa en el rostro.
Era obvio, qué el ya sabía, que era yo aquella que babeaba por él, y que se aprovechaba de eso... aún sabiendo eso, no pude evitar ruborizarme.
-Mucho gusto, Jason... ¿Qué era eso tan importante que tenías que decirme?- le respondo cada vez más segura de mí.
-Simplemente quería darme una idea de cómo eres, y pues darte la bienvenida!- tomando mi mano más fuerte.
No se qué se cree, o ¡Qué es lo que hace! pero mi corazón está latiendo cada vez más fuerte, y mi cara tiene la apariencia que va a explotar... no puedo seguir así en este momento, pero esos ojos y esa sonrisa... y ¡Él! me están matando!, ¡¡no tengo idea de qué hacer!!.
-Espero no haber causado una mala impresión...-le digo al mismo tiempo que trato que suelte mi mano, haciendo un gesto de incomodidad.
-Por supuesto qué no, señorita Dakay- me dice soltándome la mano y guiñándome ese perfecto ojo.
-Sólo una cosa más, Dakay, cualquier cosa que necesites, no dudes en ir conmigo- me responde alejándose.
-Gracias, lo mismo digo...-le respondo mientras él se sienta en su lugar.
Al empezar la clase, pude notar qué ahora él es el que me está viendo, y sus penetrantes ojos azules conectan mis ojos oscuros. Un mal día, de la nada pasó a ser un día cada vez más extraño... y la maestra es súper aburrida!, aún así me gusta el arte así que, está vez presté atención , además esta clase era más corta.
No sentí para nada el tiempo, faltaban tan sólo algunos minutos para que finalizara, y allí estaba Jason... no sé si pasó toda la clase así pero seguía viéndome. Sonó la campana y no dude ni un segundo en salir de inmediato de allí, ¡me estoy volviendo loca! así no soy yo, de la nada empieza a sonar mi teléfono.
-Hola... ¿Quién es?- pregunto mientra coloco el celular en mi oído.
-Hermana..!, te tengo una ¡buena noticia!- me responde en un tono tan alegre que siento que de verdad es algo bueno.
-Haha, Hola Rob, ¿Qué pasó?-trato de responder calmada, pero las ansias me comen por dentro.
-Adivina... ¡ya está aquí Roger Larsson!- me dice aún más alegre.
Roger es mi mejor amigo, ¡de toda la vida!, el único y pues solamente él.!, no puedo creerlo, se supone que iba a venir dentro de una semana, ahora, tengo que ir a casa a arreglar mi cuarto para que él se pueda quedar..., ¡Este día no puede estar mejor!
-¡Qué sorpresa!, bueno hermano te espero en 15 minutos enfrente del establecimiento, adiós.-Le cuelgo, pero me siento tan eufórica, qué en este momento ¡quisiera gritar!.
Corro hacia el frente, para esperar a mi hermano, cuándo vuelve a aparecer Jason, ese hombre me mata, y espero poder presentárselo a Roger, ¡Gracias a Dios! el vendrá a estudiar aquí... lo cuál será perfecto, ya que empiezo a sentir que este nuevo comienzo no es tan malo.
-Miren a quién tenemos aquí!, la señorita Dakay Halter- me toma de la mano y la besa.
me ruboricé tanto, que creí que no había un color más rojo qué el mío en ese momento.
- Hola, me alegra verte nuevamente Jason- le sonrío, en muestra de agradecimiento.
-Por, lo visto, ya te quieres ir ¿no?, y si es así, necesitas ¿Quién te lleve?-Soltando mi mano, y parándose justo enfrente mío.
Sinceramente no pensé, que hubieran chicos guapos que fueran tan perfectos cómo él.
-No, gracias... mi hermano vendrá por mí, pero igualmente gracias.- Le respondo, ruborizándome aún más.
-Bueno, a la próxima, igual ya sabes yo te puedo llevar..., hasta luego Dakay- Dándome un beso en la mejilla y alejándose.
No, lo quería aceptar, pero creo, que él en verdad me gusta..., no sólo eso, ¡Me encanta!.
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Don't let me go
Roman pour AdolescentsDakay Halter, una chica de 16 años, Se muda a San Francisco dando inicio a su nueva etapa junto a su hermano Rob Halter, sin sospechas que este nuevo inicio cambiará su manera de pensar al dejar entrar a nuevas personas en su vida, descubriendo mane...