Volverias Con Tu Ex.

Parte 1

La mire mientras bailaba, cómo su cuerpo se controlaba por si solo, la expresión en su cara no iba con cómo su cuerpo se movía. Sus movimientos eran libres, suaves y armoniosos, pero su expresión no decía nada, sus ojos estaban perdidos.

Me acomodé en el sillón mientras tomaba del vaso de tequila que descansaba en mi mano derecha, mantuve mi miraba en ella mientras me terminaba el líquido que quedaba.

Sentí cómo una silueta se comenzaba acercar mi pero no iba a sacar mi mirada de encima de ella, quién era mi propósito.—¿Que estás haciendo acá? Todos están disfrutando de la fiesta.. sos el único que está sentando.. ¿Que pasa bebé?—me preguntó Camila mientras se sentaba a mi lado, invadiendo mi espacio personal, algo que era muy común en ella.—No tengo ganas de bailar pero anda tu, a disfrutar... es tu cumpleaños.. —le dije sin aún sacar la mirada de encima de ella, nunca la sacaba, vivía por ella.—Pero bebé... no me gusta verte así.. veni a bailar conmigo por favor.. —me dice mientras me agarraba de la mano y se levantaba mientras tiraba de este, negué sin aún sacar mi mirada de ella, quien ahora bailaba entre dos chicos que aprovechaban de tocarla.

—.. Camila enserio pásala bien tu.. no tengo ganas de bailar, están todos esperando por ti.. —le dije mientras ella seguía tirando de mi brazo, suspiro enojada antes de sentarse nuevamente pero esta vez arrodillada.—.. flaco ella está bien.. no le va a pasar nada malo si la dejas de mirar por unos segundos, Mía ya es grande y puede cuidarse sola... vos también lo tienes que pasar bien.. —me dijo antes de agarrarme por la mandíbula obligándome a que la mirase.—.. se que se puede cuidar sola Camila, pero me preocupo por ella.. te prometo que voy a ir a bailar pero dame un tiempo, realmente no estoy con ganas.. —le dije con una sonrisa para volver mi mirada a Mía, pero encontrándome con que no estaba por ninguna parte, la busqué con la mirada pero no estaba.

—.. bajo con Lorenzo, déjala que este con su novio.. veni conmigo.. —me dice Camila al ver que no la encontraba por ninguna parte, me levanté rápidamente antes de negar, no quería que estuviera con Lorenzo.—Camila anda a disfrutar de tu cumpleaños.. déjame tranquilo.. —le digo preocupado antes de comenzar a caminar hacia donde antes estaba Mía, lo más probable es que había entrado a donde estaba la cocina o las habitaciones del yate.

Pase entre todas las personas que bailaban, cada uno más delgado o borracho que el otro. La música aún se escuchaba desde la cocina pero no tan fuerte cómo antes. Baje por las escaleras hasta el primer piso en donde estaban todas las habitaciones. Mientras caminaba por los pasillos, los gemidos se escuchaban aún más fuerte, no era quién para decidir sobre su vida sexual pero si sabía que bajo todas la drogas que llevaba encima, no debería estar con nadie.

Pensé en tocar la puerta, pero antes de que pudiera moverme, salió Lorenzo de uno de los baños y me saludó, fruncí el ceño al ver que no estaba en la habitación con Mía.—¿Donde está Mía?—me pregunto sin escuchar los gemidos, claramente también estaba drogadísimo.—Sigue bailando arriba, te estaba buscando.. sube.. —le digo antes de que el asintiera y comenzará a subir por las escaleras, espere a que desapareciera antes de entrar a la habitación con los ojos cerrara, no me gustaba verla en ese estado.

Me dolía verla así, verla completamente consumida por las drogas y el alcohol, había perdido el brillo en sus ojos que tanto amaba, ese brillo que me había enamorado.

El amor que tenía, me impedía ser egoísta, me dolía mas verla destruirse de esta forma pero estaba enamorado de ella y aun que tuviera que verla así, al menos la podía ver.

Había echo todo lo que estaba a mi alcance por ayudarla, pero era imposible ayudar a una persona que simplemente no quería que la ayudaran, una persona que te puede mirar a los ojos y decirte que está perfectamente cuando sus pupilas están dilatadas a no más poder por las drogas.