John 1:1

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Resumen de Capítulo.

Era un punk. Ni siquiera era un chico malo cool y misterioso que hubiera sido un tanto interesante a lo menos. Tetsurou no era cool. No poseía un encanto misterioso. No había nada interesante sobre él en lo más mínimo.

Entonces porqué aún sigues pensando en él, ¿ah?


Notas de Capítulo.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." Juan 1:1








Me cago en Dios.

"Sr. Tsukishima," El Sr. Adair repitió luego de aclararse la garganta, confirmando que Kei no había estado escuchando cosas, y que realmente acababa de ser atrapado escuchando música. De nuevo. Jesús, apenas es lunes.

La última vez que Kei Tsukishima revisó, la habitación había estado inundada en silencio, rítmicamente irrumpido por el tic tac de un único reloj en el frente de la habitación, y el meramente audible rugido de música proveniente de sus audífonos. Kei había asumido este era el caso por sólo un poco demasiado, completamente inconsciente al llamado de su nombre hasta que fue muy tarde. Había estado hundido en su asiento, demasiado relajado, sin prestar suficiente atención mientras pretendía leer del libro de estudio frente a él. Se había sosegado a sí mismo en un falso sentido de seguridad al fijar la mirada estratégicamente en la mitad exacta de la página, exactamente a mitad de la sección de lectura que se les había asignado. El ingenuo se quedaba en la primera página. El confiado se saltaba hasta la última página. Requería un postergador experto para saber ir a la mitad de la sección. Si el profesor fuera a caminar detrás de él, la haría de oro.

Excepto que, el profesor no estaba detrás de Kei. El Sr. Adair estaba en el frente, tratando de llamar su atención por sobre el resonante estallido de un bajo en los oídos de Kei.

Ahora que Kei finalmente había notado algo fuera de lugar, inmediatamente tiró de sus audífonos y forzó su expresión en algo mucho más temeroso de Dios.

"Lo siento, Sr. Adair," Kei dijo en la calma, respetuosa voz que había aprendido a usar desde que había balbuceado su primera palabra. "¿Ha dicho algo?"

"¿Puede dejar su reproductor MP3 en mi escritorio por favor?" El Sr. Adair dijo con una peligrosa sobre enunciación en sus palabras, como si tartamudear o equivocarse al hablar fuera a hacerle perder el temperamento por completo. Como si siquiera eso fuera peligroso. El Sr. Adair era así tanto intimidante como una página de la Biblia; en teoría, poderoso e importante, pero al final del día, lo peor que realmente podía hacer era darte un corte de papel.

Aun así, Kei no andaba buscando cortadas de papel hoy, y pasó al frente sin más palabra, con los ojos de Dios y todos sus compañeros en él mientras depositaba su viejo y mierdoso MP3 en el escritorio del Sr. Adair. El artefacto de principios del 2000 ni siquiera funcionaba ya, no después de que su hermano lo botase en la piscina cuando Kei tenía doce, e incluso entonces, había estado ya en camino a su retiro. Se había vuelto un señuelo, no era como que Kei fuese a entregar el iPhone en el cual había estado realmente escuchando música. No era la gran cosa durante el sexto periodo de clases, historia con El Sr. Adair, pero ser atrapado en los periodos anteriores y tener su fuente de música confiscada por el resto del día era terrible. Si Kei quería sobrevivir un día sin escuchar nada que no quisiese escuchar, el viejo reproductor MP3 era extremadamente necesario. El Sr. Adair carraspeo con autoridad. "Puede recaudarlo al final del día." Kei se abstuvo de rodar los ojos.

Leviticus 20:13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora