No enamorarse.

Nueva vida. II

―S-Seokkie.. Tengo miedo, quiero regresar con mis padres.. ― Murmuraba un pequeño LuHan entre los brazos del mayor de sus hermanos, los otros tres se encontraban terminando su "Revisión". No sabían que pasaba ahí, o por lo menos, los mayores no querían alterar a los dos menores de aquello. En su familia, eran siete personas en total. MinSeok de 17 años el cual era mellizo de KyungSoo de la misma edad, después seguía BaekHyun de 16, Tao de 15 y LuHan de 14 años, y sus padres, los cuales los mayores sabían, no habían sobrevivido al ataque de las bombas.

―Tranquilo LuHannie, saldremos de aquí y podremos ir a casa. ― Mintió, su casa ya no era más una casa, al contrario, a este tiempo, sería una masa de ladrillos por doquier. ―Aguanta un poco más ¿Si?.. ― Le sonrió, le dio la sonrisa más sincera que podía hacer en ese momento, y el menor asintió justo cuando los tres hermanos restantes entraban a la pequeña habitación.

―¿Están bien, chicos? ― Cuestionó el mayor de los cinco, por que sí, MinSeok había nacido dos minutos primero que KyungSoo.

―Sí, estamos bien.. ¿Y ustedes? ¿Qué le pasa a LuHan?. ― Cuestionó haciendo una mueca Baek mientras se inclinaba hacía el bebé de la familia el cual se hacía bolita entre los brazos de su hermano mayor.

―Sólo está algo asustado, no es nada por lo cual debamos preocuparnos, si no de lo que escuché que viene después.. ― Suspiró mordiendo su labio inferior. Aquello que se murmuraba en los pasillos de aquel horrible lugar no era nada bonito, al contrario y no quería nada, más que poder proteger a sus hermanos menores de todo ello.. Pero ¿qué podía hacer un cachorro de 17 años de edad?, sus padres estarían decepcionados de él.

― ¿Qué fue lo que escuchaste, Seokkie?. ― Cuestionó su mellizo sentándose a su lado para poder despeinarle, KyungSoo era el más maternal de todos ellos, y siempre lo demostraba.

MinSeok lo miró y después a sus hermanos, todos llevaban batas blancas holgadas, e iban descalzos, los alimentaban dos veces al día con lo que parecía latas de algo que si bien no era bueno, era mejor que nada. Negó un par de veces, y suspiró con suavidad. No podía atrasar más aquello, sus hermanos tenían derecho de saber el futuro que al parecer les tocaría.

―Presten mucha atención.. Es algo importante, y no quiero que se alteren. ― Acarició la cabellera dorada de LuHan y continuó. ―Escuché a los guardias, hablar sobre una subasta, muchos tipos vendrán a ofrecer su dinero a cambio de, bueno.. ―Tomó una respiración profunda antes de poder continuar, tenía un nudo en la garganta el cual apenas le dejaba hablar. ―Hermanos, al parecer no estaremos juntos más tiempo.. Pero no quiero que se asusten, deben permanecer positivos. ― Decía un para nada sereno MinSeok, mientras sus hermanos menores le veían total sorpresa y tristeza a la vez, por primera vez Tao hablaba.

―¿Permanecer positivos? ¡Nos van a vender, Kim MinSeok! ― A pesar de ser el segundo más chico, era el más violento de los cinco, y aquello se esperaba de él.

―Tao.. ― Estaba por reprenderlo por gritarle de aquella manera, cuando la puerta de aquel pequeño cuarto se abrió. Un enorme tipo lleno de músculos entró observándoles con infinita repugnancia.

―Muévanse, es hora de valgan algo. ― Dijo molesto y volvió a salir de la habitación dejando la puerta esta vez abierta.

―Hannie.. Pequeño.. ― El chiquillo no dijo nada, se puso de pie y se abrazó al más cercano, el cual fue BaekHyun, abrazó a su hermano y comenzó a caminar hacía afuera, no se sorprendieron cuando vieron una fila enorme de niños y adolescentes de sus edades, tanto niñas como niños estaban asustados por saber que era lo siguiente. Varias puertas se abrían por el blanco pasillo dejando salir más y más niños, al parecer , las explosiones no habían sido las únicas para poder secuestrar a más niños, fácil habían más de 50.

Había una cola que se extendía hacía adelante y atrás de ellos, BaekHyun con LuHan estaban frente a ellos, el más grande intentando consolar a su hermano menor, después Tao estaba parado demasiado silencioso, para finalizar con los dos mellizos. Un guardia se acercó a ellos, y al ver que eran los más grandes les casi aventó un pequeño bulto a los brazos.

―Son de los más grandes, esto ahora es su responsabilidad hasta que yo se los diga. ― Les dijo a KyungSoo y a MinSeok, y se alejó. MinSeok se asomó para ver aquel pequeño bulto que yacía entre los brazos de su mellizo. Aquello se removió y cuando el joven que lo tomaba quitó la manta blanca, pudieron observar un lindo rostro regordete de bebé, era demasiado bonito, con pequeños ojos color avellana, mejillas sonrojadas, nariz respingona y unos pequeños labios en puchero . Los mayores se voltearon a ver y KyungSoo comenzó a mecerlo con suavidad entre sus brazos, después de todo, les habían tocado Tao y LuHan cuando eran niños, quizá no muy grandes, pero recordaban algo vagamente.

Una potente voz se escuchó por todo el lugar cuando pasaron varios minutos. ―Caminen en orden, no se detengan a menos que algún guardia se los indique, si desobedecen cualquier orden dada, serán castigados. ― Y con eso , la voz desapareció. Murmullos bajitos se escucharon por todo el lugar productos de los demás jóvenes y niños que estaban junto a ellos. Una gran puerta se abrió frente a ellos y la fila comenzó a avanzar.

El cuarto era frío, grande y las paredes eran de cristal, luces blancas estaban en el techo para que pudieran, por lo que sabían, ser vistos, había varias sillas y al parecer cada uno tenía un lugar. Todos se sentaron sin decir palabra alguna, Kyungsoo aún mantenía al bebé en sus brazos y lo tenía muy pegado a su pecho.

Escuchaban un pequeño zumbido en el piso, muy probablemente de bocinas fuera de la cárcel de cristal donde estaban metidos, no podían ver nada fuera, todo estaba en oscuridad, infinita oscuridad, sólo podía ver a sus hermanos. No podía creer en la situación en la que estaban, hacía unos días eran cachorros disfrutando un día familiar, y al siguiente, estaban metidos entre cuatro paredes de cristal, asustados, hambrientos y con una muy mala sensación en su pecho. Por lo que sabían, su "Nueva vida" acababa de comenzar.