Noches de Insomnio #4

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"Me gustas tú"

Él la miraba con atención cuando estaba distraída con su teléfono. No se daba cuenta que su amigo tenía los ojos clavados en ella, ni se inmutaba. Ni siquiera sabía lo locamente enamorado que estaba, tantos años juntos era lo que había causado. Sus pupilas se dilataban al verla pasar, sus mejillas se tornaban rosadas al oír su nombre. Aguantaba a los estúpidos chicos que se acercaban a la chica coquetamente para tenerla una sola noche en la cama con ellos, pero sabía perfectamente que era difícil de conseguir, había visto a muchos chicos ser rechazados por ella una y otra vez.

- ¿Por qué me miras tanto, Luís? - Preguntó cuando se dio cuenta.

- Porque eres hermosa... - Pensó por un momento lo que acababa de decir e intentó arreglar la frase para no levantar sospechas. - Hermosamente estilosa - Belén rió por las tontas palabras que salían de la boca de su mejor amigo.

- Esta bien...- Dijo poco convencida - Esta noche hay fiesta en casa de Nuria... Sus padres se han ido de viaje y esta organizándolo todo, me ha dicho que te pregunte si quieres venir.

- ¡Guay! - Dijo animado.

- ¿Entonces vienes?

- ¡Claro! Ya me dirás más detalles esta tarde.

Sonó el timbre que anunciaba el final de la última clase del día. Todos los alumnos salieron de clase menos Luís y Jorge.

- ¡Tío, admite ya de una vez que Belén te vuelve loco! - Decía Jorge mientras recogía la clase.

- Es mi mejor amiga, no siento nada por ella. - Mintió.

- ¡Venga ya! ¡No sabes mentir! Belén es guapísima... ¡Y tú mejor amiga! La conoces desde los... - Se calló pensativo.

- Tres años.

- ¡Eso! Tío la conoces desde los tres años, o sea, toda la vida. ¡Admítelo!

- ¡No voy a admitirlo!

- ¿Por qué?

- ¡Porque no!

Jorge y Luís salieron del centro cada uno a su casa, mientras el primero caminaba solo llegando a la calle por donde vivía vio algo raro, preocupado se acercó y pudo observar a su novia tirada en el suelo, sangrando. Desesperado, llamó a la ambulancia, que la llevaría al hospital. Allí, Paula, la prima de Belén y novia de Jorge, estaba tumbada en una de las incómodas camas de aquel centro, enchufada a maquinas, luchando por despertar del coma en el que estaba metida por un fallo en el sistema nervioso.

Belén, al enterarse de la noticia, llamó a su mejor amigo y quedó en encontrarse con él en el parque donde solían jugar de pequeños. Esa misma tarde todo cambió entre ellos.

Tres semanas habían pasado después de lo ocurrido, no se hablaban, ni quedaban, todo era distinto entre ellos. Estaban incómodos con la presencia del otro. Belén se había comenzado a juntar con otro tipo de personas, personas con las cuales no se hubiese juntado si no hubiese vivido lo que vivió hace veintiún días. Lo mismo le había pasado a Luís. Ahora eran dos extraños con recuerdos en común, una vida vivida juntos perdida por un error causado por los dos.

A Luís le fastidiaba ver el cambio de su antigua amiga. Seguía enamorado de ella y por fin se lo había admitido a su mejor amigo, el cual no se extrañó porque era algo obvio.

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