primer día, primer problema

37 2 0
                                    

Antes que nada, quiero aclarar que no hubiera escrito este libro sin ayuda de mi  inteligen-tonta hermana Bianca.
____________________________________

-Levantate de una vez por todas Alex-decía mi mamá al verme rendida en mi cama sin mostrar señales de vida.

-Quiero dormir- dije dando vueltas en mi cama sin ánimos de levantarme.

-No me dejas otra opcion-Dijo mi madre al cerrar la puerta con una sonrisa malevola.

Cuando por fin sentía que lograba alcanzar el sueño, estaba en el piso con dos hipopotamos encima mío, uno más pesado que el otro, uno de ellos era Ben de dieciséis años, y el otro hipopotamo era Andy de catorce años.

-Haganme el favor de quitar sus adorables caras de mi vista por que sino serán los primeras personas asesinadas por un reloj en 3.... 2.... 1....-Dije con cara de asesina serial experta, y en cuanto había dicho dos Ben habia desaparecido cerrando la puerta en la cara de Andy, pobre de ella, sabe que soy peligrosa cuando estoy realmente enojada.

-Me dio 20 dólares sólo por despertarte lo más rápido posible, yo quería más pero eso haría que no me compren las entradas para ir a la Convención de anime, además, esto fue lo único que se me ocurrió para despertarte, por que sino el plan B hubiera sido llevarte hasta tu balcón y lanzarte un balde de agua con hielo- dijo sacando un billete y moviendolo de lado a lado como si hubiera ganado una competencia, y obvio, como si yo estuviera en segundo lugar.

-Antes que nada no me interesa tu dinero ni saber de tus convenciones de anime- le hice señas para que valla, lo cual lo hizo en seguida.

Me lancé a mi cama y me quedé.... mirando el techo, importaba un ñandu lo que haría de mi vida en ese momento, hasta que vi la hora.

-¡Maldición, llegaré tarde el primer día!- y me dirigí a mi armario a prepararme para la escuela.

Tal vez les cueste entender todo, así que lo explicaré todo desde el principio. Mi nombre es Evelyn, pero me dicen Alex por mi segundo nombre, el cual es Alexia, lo sé, es un nombre horrible, pero o era ese nombre o sino hubiera sido Ophelia. Tengo quince años y me mudé recientemente a Baltimore por el trabajo de mi madre, mientras que mi padre es policía y viaja sin problema con nosotros.

El viaje fue eterno, mis hermanos molestaban de todas las maneras posibles que existieron en este universo, Andy cantando sus canciones japonesas, y Ben practicando una presentación "normal" según él.

Mi madre me esperaba con mi desayuno, solo tome de un trago mi jugo de naranja, tome una tostada y corri, corri como nunca por mi vida, dejando atras sorprendidos a todos. Sali corriendo de mi casa pues era muy tarde, y la escuela era lejos.

En el camino me distraje viendo en una vidriera que vendían un álbum que tanto anhelaba tener en mis manos, hasta que me choque con un chico de mi edad, cabello castaño, ojos marrones, camisa azul, usaba una chaqueta de motociclista dando una apariencia rebelde que atraía la atención, sus jeans eran azules, pero era un azul oscuro como el del mar a la noche, su cabello era un poco largo y ondulado, el cual tapaba esos ojos hermosos...Un segundo... ¡¿Qué estoy diciendo?!... Yo, diciendo que ese joven desconocido que no veré nunca más tiene ojos hermosos, bueno tal vez sí es cierto, pero no lo veré más, así que no debo fijarme en el, ni en ningún otro chico porque...

-Fíjate por donde andas muñeca-me sacó de mis pensamientos en ese momento, mis mejillas se sonrojaron un poco, creo que se notaban rojas por que enseguida me dedico una ligera pero pícara sonrisa.

-Dos cosas-dije mostrando dos dedos- Uno, tú te metiste en mi camino, y dos, tengo prisa- era claro que estaba molesta por que me llamó muñeca y por esa mirada.

¡¿Yo enamorarme?! [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora