Te quiero. Lejos. Pero aún te quiero.

24 2 0
                                    

Desearía que estuvieras aquí y fuéramos quienes solíamos ser. Con nuestros más y nuestros menos. Arreglando lo que estaba mal, arreglandolo todo, porque todo estaba hecho una mierda y nadie podía arreglarlo, de hecho, si hubiéramos seguido arreglandolo, nos hubiéramos matado la una a la otra, nos hubiéramos intoxicado en vez de estar desintoxicadas hoy día.


No te guardo rencor. Ya sé apreciar cuando hay alguien a quien tengo cariño, porque sé que no va a quedarse para siempre y aprovecho todos los momentos para no tener la espinita de "¿y si...?", eso lo aprendí de ti.


He aprendido a estar sola sin sentirme sola. He aprendido a volar sin las putas alas que nos cortabamos entre las dos. He aprendido a detenerme a pensar en situaciones en las que no hay tiempo a pensar. He aprendido a no autodestruirme continuamente.


También he aprendido que una persona vale el valor de lo que te hace sentir, cuando está y cuando no está.


Te echo de menos, pero no quiero que vuelvas. Te añoro, pero no quiero volver a hacerme fuerte, no quiero echar abajo una coraza que me ha costado años hacer para que volvamos a lo mismo.


Prefiero confiar y darme la hostia, que a base de hostias se aprende. Prefiero quedarme sola destrozada a quedarme sola y no haberlo intentado.


Eres mi cicatriz más grande y más antigua y eres a la que más quiero. Lejos. Pero aún te quiero.

CotidianíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora