#4
Solo le vi por un par de segundos y con eso bastó para que su horrenda figura quedara impregnada en mi mente por el resto de mis días.
Tenía la figura de un ser humano y compartía la cualidad de un ser bípedo, tenía unos brazos fuertes y en sus manos una garrar largas, sus patas eran como las de una cabra y me pareció haber visto una cola, sus ojos eran rojos como llenos de odio, y lo poco que lo observe note que no reflejaba ni alma, no creo haber visto su nariz pues eran más llamativo su boca si se le puede llamar boca, de ella escurría saliva y sangre a la vez, su pecho estaba lleno de pelo y aunque le cubrían las cicatrices aun así era notorio, respiraba y expulsaba fuertemente el aire por su nariz, y eso me inquietaba, llegar a catalogar a ese ser como humano sería un acto profano e inmoral.
Él no se acercó a mí, yo fui la que se acercó a él y al instante quede impactada, aterrorizada y petrificada, comencé a sentir manos que ataban mis tobillos, manos que ahorcaban mi cuello, manos que sostenían mis brazos, y el frió que recorría mi cuerpo, el olor putrefacto de mi recamara comenzaba asfixiarme, pero aun así estaba de pie frente a ese monstruo, aun así intentaba ver fijamente sus ojos pero no odia era inquietante sostener la mirada, cuando sentí mi espíritu decaer, cuando sentí no poder más, cuando mi cuerpo ya no resistía la lucha espiritual, algo escuche.
