Capitulo 18: Conociendo al enemigo parte 2

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Punto de vista de Alex:

Entonces comprendí todo, las cosas empezaban a tener sentido en esa casa de locos, Derek era el hermano menor de Romina, él era el irresponsable  que la planto a última hora para ir a no sé dónde.

-…así que Alex-dijo Derek sacándome de mis pensamientos-como te diste cuenta ellos son mis sobrinos, y como mi hermana me pidió que los cuidara eso are, así que tu sales sobrando.

-¿disculpa?-no me importa lo que diga Derek, a mi me dieron una orden y eso are-tu no me das ordenes Derek.

-sí pero a mí me encargaron esto primero no a ti.-dijo levantándose y mirándome fijamente a la cara para intimidarme, pobre iluso.

-yo llegue primero así que tu pierdes-dije al mismo tiempo que ponía mis brazos en mi cadera mirándolo fijamente retándolo.

-eso no importa, no creo que los niños quieran ser cuidados por una extraña que en lugar de su querido tío Derek ¿verdad?-volteo a verlos para una respuesta, si eso funcionaba podía despedirme de esto.

-¡si yo quiero que Derek nos cuide!-dijo felizmente Elizama.

-¿y tú qué opinas Edwin?-voltee a verlo y pude ver en su cara que estaba dudoso, no sabía que decir.

-a mi no me importaría que Alex sea la que nos cuide, a mi me agrada-dijo en voz baja y temerosa.

-ves Derek, si Edwin quiere que me quede no me iré.

-¡no es justo, es 2 a 1, y yo gane!

-pero si Malcolm no ha votado ¡es un bebe!

-¡PUES NO ME IMPORTA, YO NO ME VOY!

-¡PUES YO TAMPOCO! 

La situación se había vuelto un duelo de miradas en el que nadie parecía ceder, y conociéndonos como nos conocía sabia que ninguno lo iba a hacer. Llegamos a la decisión de que ambos cuidaríamos de los niños juntos por esta vez,  después hablaríamos con Romina y ella nos diría quien será el que los cuide.

Como estaba claro que yo no podía con Elizama (por su encantador comportamiento)  Derek se encargo de ella, y yo de Edwin y de el bebe. Nos pasamos casi toda la noche sin medir palabra el uno con el otro.

Pasó el tiempo y fui a acostar a Malcolm, era encantador, además de que me gustan mucho los bebes, tenía que decir que este estaba en el top 5 de los más adorables que había visto en mi vida. No tarde mucho en hacerlo dormir pero seguí meciéndolo en mis brazos, no podía evitar imaginarme a mi misma en uno 10 o más años con uno propio. Seguí meciéndolo por un rato más, lo haría hasta que ya no sintiera mis brazos.

Punto de vista de Derek:

Estuve evitando a Alex toda la noche, o por lo menos parte de ella, me fue sencillo ya que Elizama me traía de un lugar a otro pidiéndome que le hiciera caballito cada dos pasos, la verdad no quería, el entrenamiento me había dejado de lo mas agotado pero como decirle que no a esa niña, más bien como decirle que no a cualquiera.

Cuando ella fue al baño vi la oportunidad perfecta y me escape, sé que no duraría mucho pero lo que sea sería bueno con tal de descansar un poco. Mientras me escabullía entre los cuartos de la casa, note uno que tenia la luz encendida, me pareció extraño ya que por lo general esa recama permanece con la luz apagada para no despertar a Malcolm, me asome con cuidado para ver de qué se trataba y lo que vi fue uno de los más bellos cuadros que veía en vida (por ahora).

 Sentada a la luz de la luna y la ligera lámpara color sepia de la habitación se encontraba Alex meciendo con sumo cuidado a el bebe, se que parecerá extraño viniendo de mí, es más aun me resulta difícil de creer pero me pareció aun más hermosa de lo que ya es, me dio una imagen algo inocente y maternal  de una chica de la que siempre recibo insultos o golpes (claro, muy bien merecidos), me fui de ahí antes de que ella se diera cuenta de mi presencia y con cuidado di vuelta sobre mis talones cuando una castrosa y puberta voz me hablo.

El diario de AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora