Día 2 / Mi nombre es Lindsey

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Perdoname Linds, yo nunca quise lastimarte...

—Ya callate, no quiero saber más.

Linds, perdón, eres mi mejor amiga.

—¿Mejor amiga? Una mejor amiga no hace eso que tu has echo, y por favor deja de llamarme Linds.

Lindsey solo escucha...

—¿Lindsey? Despierta, sea te hará tarde en tú primer día de clases.

—No quiero ir.— chille.

—Ya parate Lindsey, o si no te llevare cargando a la ducha y te iras caminando.

—No iré al colegio.

—Si no te paras, te quedaras sin celular por un mes. — advirtió.

Odiaba que conociera mi punto débil.

Sin más palabras me levante lo mas rápido que pude de la cama y me fui a dar una ducha.

—Así me gusta, que seas obediente.– grito mi papá con burla.

Después de una rica ducha de 20 minutos, me dirigí a mi armario para que en acto seguido me colocara unos Jeans ajustados color claro, una blusa blanca de tirantes con un estampado que decía Kiss Me y por último me coloque mis converse blancos.

↔↔↔↔↔

—Espero que te valla bien en tu nueva escuela.– gritaba mi padre mientras se alejaba del auto.

Estaba en frente de mi nueva escuela, la puerta era enorme, entraban muchos chicos de mi edad, iban en parejas, en grupos y otros iban solos, perdidos en su mundo.

—¡Hey pelirroja!– esa voz se me hacia conocida, David...

—Uh, ¿Hola?

—¿T-tú te acabas de inscribir a este instituto?

—Si, ¿Y tu? ¿Siempre haces preguntas tan obvias?– dije alzando una ceja.

—Tal vez.– respondió con una sonrisa.

Una sonrisa bastante linda, pero la sonrisa... La sonrisa más falsa que mis ojos hayan visto.

Él se merecía una disculpa después de haberle cerrado la puerta en la cara.

—¿En que grado y grupo vas?– pregunto luego de unos minutos de silencio.

—Primero "D".

—¿Sabes donde queda?

—No, pero puedo descubrirlo.

El sonrió de nuevo, que hermosa y falsa sonrisa.

—Te llevare a tu correspondido salón.

Pídele una disculpa por lo de ayer. Me dije.

—Eh, David, yo...

—¿Tu?

—Tengo que decirte algo.

—Jaja, claro, lo que quieras.– volvió a sonreír.

¿Como era posible que sonriera si en sus ojos se reflejaba tristeza?

—Este, yo... Mi nombre es Lindsey, Lindsey Sullivan.

¡No tonta!

—Pues, mucho gusto Lindsey.

Después de unos cuantos pasillos y salones recorridos.

—Bien Lindsey, hemos llegado a tú salón.

—Oh, gracias.

—De nada, por cierto, yo soy del primero "C", ya sabes, por si necesitas algo.– me guiño un ojo y se fue.

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Las clases empezaron, en todas y cada una sin excepciones, los profesores me habían echo presentarme.

Pero, ¡Por favor! Con la maestra de la primera clase que me hizo presentar ante todo el grupo bastaba, estoy segura de que todos los alumnos de mi clase se artaban al igual que yo cuando me pasaban a presentar a cada hora.

↔↔↔↔↔↔

Dieron las 2:00 p.m., ¡hora de salida! Podría salir corriendo de aquí mientras canto "Libre soy" de Frozen.

Salí del salón de clases conteniendome para no salir cantando, ya que los maestros podrían pensar que voy drogada.

Ya fuera del instituto estuve esperando a mi padre que no llegaba, le marque varias veces para preguntar si vendría por mi, pero no respondió ni una sola.

—¡Pero miren quien es! ¡Es la chica nueva! ¡Lindsey!

Un chico alto, cabello negro, ojos oscuros, labios gruesos, se paro frente mio. Se veía que era del equipo de fútbol ya que llevaba la chaqueta del equipo de la escuela.

—¿Que quieres? – pregunte lo más seria posible.

—¡Uy! Tranquila.– dijo burlon– hablame con mas cariño.

—¿Cariño?

—Si, hay que empezar otra vez. Hola guapa, mi nombre es Erick y soy el capitán del equipo de fútbol.

—¿Y?

—¿Y?

—Si.

—¿Como que "y"? Tienes suerte, el capitán del equipo de fútbol vino a buscarte en la salida, cualquier chica moriría por ello.

—Si, pues yo no soy cualquier chica.– me di la vuelta para dirigirme a casa caminando, ya que mi padre al parecer no tenía pensado venir por mi.

—Hey, Sullivan, aun no acabo contigo.– lo escuche gritar.

Un carro color negro se estaciona frente a mi.

—¿Quieres que te lleve?

—No, gracias, puedo caminar.

—Eso lo se, pero ¿Sabes llegar?

David tenia razón.

—¿Podrías llevarme?

—Claro, vives junto a mi casa.

Todo el camino estuvo en silencio.

—Llegamos a tú casa.– dijo antes de estacionar el carro.

—Ah, si, nos vemos luego.

—¿Y las gracias?

No hable más y me dirigí a la puerta de mi casa donde se encontraba una nota en ella.

Lindsey:

Perdón por no llamar antes, pero tuve una emergencia de trabajo, así que saldré de viaje unos días, no faltes a la escuela porque si lo haces lo sabré ;)

                         Atentamente :
                               Tu papá

Pd: olvide adentro mi celular, y ya era tarde para entrar por el, así que cuando llegue allá te marcare, aparte olvide hacer la nota antes así que la hice aquí afuerita, por eso mi letra esta fea.

Pd 2: Te amo.

Y me volvía a dejar sola, como suele hacer siempre.

365 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora