"But I'm not Superman, I hope you like me as I am." - Marco Reus Short Fanfic.

Parte 1

Isabela va a la habitación de Marco donde le encuentra enrollado en sus mantas otra vez. Para ella es como una rutina, suele ir a la casa de Marco siempre que tiene un día libre e incluso había veces que iba más temprano de lo que debería para encontrarle enrollado en la manta como un burrito o sentado en el salón viendo la televisión.

Ella sabía que esa maldita lesión era muy dura y cada momento que él estaba fuera del terreno de juego le estaba matando y convirtiéndole a la vez en una persona cada vez más amargada. Estaba callado la mayoría del tiempo como si estuviese perdido en sus pensamientos. Como mucho contestaba con un monosílabo y las veces que decía una frase entera, era para hacer algún comentario rudo.

Isabela estaba comenzando a mosquearse un poco pero ella sabía que en el momento en que aceptó ser su novia, estaba aceptando estar con él tanto en las buenas como en las malas, además ella sabía que él volvería a ser el de antes una vez que regresase al terreno de juego así que no se quejaba.

Se plantó en un lado de la cama imaginando como despertarle, últimamente tenía que pensar en nuevas formas de hacerlo.

-Señor Reus, son las seis de la tarde, ¡No es hora de estar en la cama! ¡Levántate y vístete!

Marco, como venía siendo costumbre ni si quiera respondió y ni mucho menos se movió. Ella se acostó junto a él y le quitó la manta, Marco escondió su cara entre sus manos tan rápido como ella hizo aquello.

-¡Marco, arriba!-Isabela exclamó a la vez que le cogía por las muñecas para retirarle las manos de la cara solo para ver como Marco fruncía el ceño.

-No quiero.

Isabela le dio un beso en la frente y le miró a los ojos marrones-verdosos, no había visto la chispa en sus ojos desde hacía bastante, aquella chispa que la hizo enamorarse de él, la chispa que había cada vez que jugaba al fútbol a pesar del resultado.

-Cariño, levántate y vístete, vamos a cenar fuera. He traído tu traje favorito de Armani y te he comprado una camisa blanca, ya que has estropeado las otras tres que tenías. ¡Vamos!

-Pero yo no quiero ir a ningún lado –Contestó Marco mientras volvía a taparse. Isabela se levantó y le quitó de nuevo las sábanas y esta vez las tiró al suelo.

-Arriba. Ahora. Me voy a vestir y mientras tú vas a bañarte, a ponerte el traje que te he traído y a esperarme abajo. Tienes una hora.

-Pero he dicho que no...

-Lo sé –Isabela, esta vez contestó con un tono severo, Marco soltó un largo suspiro y se sentó en la cama.

Ella por su parte se marchó de la habitación, normalmente prefería cambiarse en la habitación de invitados antes que en la de Marco, esta tenía mucha más luz y una mesa donde podía dejar todo su maquillaje. Isabela se tomó bastante tiempo en arreglarse, y cuando llegó al salón, vio a Marco comiendo la lasaña que sobró de la noche anterior. A él le faltaba ponerse el traje que estaba apoyado en el sofá y ella pensó que justo se lo pondría antes de salir de allí, pero se dio cuenta de que estaba comiendo, cosa que nunca hacía, él no comía nada durante varias horas antes de salir fuera a cenar porque creía que eso le arruinaría el apetito, le encantaba salir a cenar fuera. Ella se dio cuenta de lo que sucedía y se acercó tan rápido como sus tacones la dejaban hacia él, y cuando estaba justo a su lado, vio que había manchas de la salsa de la lasaña en su bonita camisa.

-Oops, parece que ahora no vamos a poder salir-Comentó Marco mientras se ponía de pie y volvía a su habitación.

Isabela se quedó allí parada, tenía unas ganas enormes de gritarle pero se controló.