Isabela se levantó al escuchar como vibraba su teléfono. Con ojos somnolientos, miró al teléfono y leyó la palabra "Marco". Ella inmediatamente respondió y su cuerpo dio una fuerte sacudida.
-¿Marco? –Contestó tan pronto como pudo.
-Isabela...soy Mario
Isabela se retiró el teléfono de la oreja y se volvió a fijar en la pantalla, se dio cuenta que en la pantalla aparecía "Mario". Ella estuvo esperando a que Marco la llamase desde que ella se marchó de su casa pero ya había pasado una semana desde entonces y él ni si quiera había mandado un mensaje y ni mucho menos la había llamado. Ella no lo podía ni comprender ni aceptar. Isabela sintió como su corazón se hundía mientras se ponía su teléfono en la oreja de nuevo.
-Mario lo siento, yo solo... –Ella no puedo terminar la frase porque las lágrimas comenzaban a bañar su cara. Marco, Marco, Marco, era en todo en lo que podía pensar durante toda la semana, ella estuvo repitiendo en su mente una y otra vez el incidente que tuvo con él, pero prefería eso a ser la primera en llamar e intentar tener contacto. Marco necesitaba darse cuenta de lo que hizo y de lo terrible que fue ,e Isabela estaba dispuesta a darle todo el tiempo del mundo si al final él lo conseguía. Sus padres siempre la enseñaron que tener auto respeto era lo primero y que nadie tenía el derecho a cuestionar quién era ella. Ella le quería a él más de lo que unas simples palabras podían expresar y su acusación fue totalmente insoportable.
-Está bien... ¿Estás libre ahora mismo? Estoy en Dortmund y quiero hablar contigo sobre algo –Contestó Mario.
-S-Sí, estoy libre, ¿por qué no te acercas por aquí? -Ofreció Isabela
-Sí, perfecto, en una media hora estaré por allí.
-Vale, te veo pronto.
Se retiró el teléfono y se frotó la cara con las manos mientras se sentaba en el borde de la cama y dejaba las piernas colgando. Un día más sin saber de él la estaba matando. Las palabras que la dijo resonaban en su cabeza una y otra vez hasta el punto de que pensaba que su cabeza terminaría por arder del dolor. Ella de algún modo, salió de la cama y fue al baño a asearse, estuvo durmiendo más de lo usual ya que no tenía nada que hacer durante el día. Isabela era la encargada de un evento sobre administración de empresas, todo su equipo fue extremadamente comprensivo y amigable con la situación,de forma que la dejaron tomarse unas vacaciones de dos semanas porque se dieron cuenta de que ella no estaba en las mejores condiciones para trabajar. Isabela comenzó a limpiar toda la habitación y poco tiempo después sonó el timbre.
Fue corriendo hasta la puerta y la abrió y encontró a Mario con dos vasos de café en sus manos.
-¡Hola, adelante!- Dijo Isabela con una educada sonrisa.
-¡Hola! He traído algo de café-Contestó Mario con su brillante sonrisa de siempre.
Isabela se echó hacia un lado para dejarle pasar y Mario después de entrar en la casa se fue al sofá. Isabela cerró la puerta y se acercó a Mario para decirle:
-He hecho el desayuno, ¿nos movemos hasta la mesa?
-Sí, ¡Suena perfecto! Estoy hambriento.
Mario siguió a Isabela hasta la mesa y se sentó en una silla, Isabela fue a la cocina y volvió con dos platos, el primero que contenían tortitas con sirope y el segundo con algunos sándwiches.
Isabela se sentó a su lado, le sirvió y le preguntó sobre cómo le iba. Mario respondió educadamente y la preguntó a ella lo mismo y también la mencionó que estaba pálida y ella admitió que últimamente se sentía mal, tenía fiebre y la dolía el abdomen. Todo se silenció tras eso y pasados un par de minutos, ella lo rompió:
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"But I'm not Superman, I hope you like me as I am." - Marco Reus Short Fanfic.
FanfictionMarco se vuelve extremadamente quisquilloso y antisocial al sufrir su sexta lesión del año poniéndo a sus amigos en la difícil situación de lidiar con él. Pero para su novia Isabela es aún más complicado. Mientras ella intenta de todas las maneras p...