#24 Leila...

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Aplasté el cigarro con mi bota antes de dirigirme de nuevo a la habitación. Entré sin hacer mucho ruido y colgué la chaqueta en el respaldo de la silla. Ví a Liam y a jack durmiendo ya en sus camas, Liam tapado hasta la orejas, como siempre, y Jack desarropado hasta los pies, como siempre. Revoleé los ojos y me dirigí al baño, cerré la puerta con cuidado de no molestarles y abrí el grifo del lavabo y enjuagué mi rostro varias veces y suspiré pesadamente. Saqué la camisa por encima de mi cabeza y la tiré al cesto de la ropa sucia, lo mismo hice con los pantalones y todo lo demás hasta estar cambiado completamente.
Miré la pantalla de mi móvil una vez metido en la cama y revisé todos los mensajes y llamadas que había en él. La mayoría eran de Leila. Me maldije mil veces por repetir su nombre y que cada vez me sonara mas jodidamente bien. Me odiaba por haberla hecho esto, jamás podré olvidarla, pase lo que pase siempre será ella y nadie más. Dejé el móvil en la mesilla con la alarma puesta ya que mañana descubriremos por qué tanto misterio con este tema. Me di la vuelta sobre mi costado derecho y cerré los ojos intentando conciliar el sueño...

Abrí los ojos de golpe y parpadeé varias veces intentando acostumbrarme a la tenue luz que iluminaba la sala. Observaba todo a una gran altura y eso me extrañaba, miré todo a mi alrededor y el lugar se me hacia muy familiar... Giré en un intento de subir a la planta de arriba pero algo me lo impedía o más bien alguien. Sentí como mi cuerpo se pegó bruscamente a la pared sin acatarse a las ordenes que mi cerebro le proporcionaba, actuaba por si solo. Lo comprendí todo a la perfección, esta casa, las escaleras, el extraño sujeto que me acaba de arrojar hacia la pared, etc !Estaba en mi casa, en mi antigua casa! Una sensación de agobio recorrió mi columna vertebral y miré hacia mis pies. No me equivoca las pequeñas zapatilla azules que estaban puestas en mis pies eran mis favoritas, después levanté las manos que estaban rígidas en mis costados y descubrí unas pequeñas que manos aparecieron delante de mi. De pronto me di cuenta que estaba reviviendo aquella noche, la noche en la que mi jodida vida cambio para siempre.
-¡No grites zorra aquí nadie podrá salvaros! Espetó el hombre sin rostro mientras estampaba a una mujer contra la blanca pared. Observé como la mujer se retorcía de un lado a otro intentando zafarse del agarre de aquel sujeto. De un momento a otro el hombre se giró hacia mi y de su oscuro rostro apareció una cínica sonrisa que me causó unos horribles escalofríos. Mi mirada fue dirigida hacia el rostro de la mujer y... ¡Leila! Grité desenfrenado pero mi voz no salía, intente correr a salvarla pero estaba estático en mi lugar y no podría moverme, mi cuerpo no reaccionaba a las ordenes que ejercía mi cerebro.
-Ayudame... Aaron... Aaron... Aaron... como ella susurraba mi nombre con las pocas fuerzas que la quedaban mientras que en su mirada se reflejaba todo el temor que tenían los míos.
-¡Aaron!¡Despierta! Noté como alguien zarandeaba mi cuerpo bruscamente. Abrí mis ojos de golpe y con la respiración completamente irregular, también noté un sudor frío recorrer mi frente.
-¿Estás bien? Preguntó Liam preocupado poniendo una de sus manos en mi hombro. Asentí varias veces y me levanté de la cama bruscamente con toda la ira instalada en mi cuerpo. Abrí la puerta del baño cerrándola trás de mi con un fuerte portazo. De un momento a otro mis nudillos ya estaban contra el frío mármol del baño, mientras descargaba toda la furia que contenían mis venas ¡No puede ser, ella no, cualquier cosa menos que a ella le pase nada! Revivía una y mil veces la maldita pesadilla y como Leila susurraba mi nombre apenas audible y sin fuerzas, casi muerta...
***
Refregué mis ojos pesademente mientras me levantaba de la cama, seguidamente hice una mueca de dolor al impulsarme en el colchón. Miré mis nudillos ensangrentados e hice una mueca de asco al verlo y entré. Abrí el grifo de la ducha y dejé que el agua correr hasta que por fin se templó, las calidades de este "hotel" no son las mejores. Metí mi cuerpo dentro y dejé que se relajara por completo y enjaboné todo mi cuerpo. Cuando salí del baño Jack y Liam ya estaban esperando en la puerta con todo ya preparado. Los miré por unos largos segundos antes de coger las llaves del hotel y dirigirnos al ascensor. Apreté el botón hasta la planta baja del hotel sin decir ninguna palabra, realmente ninguno sabíamos que decir en estas circunstancias.
Llegamos a un sitio poco habitado y de muy mala pinta. El sitio más destacado era una especia de club de carretera demasiado viejo, con maleza a su alrededor y algunas mesas oxidadas y botellas de alcohol rotas tiradas por el suelo. Miré a jack y a Liam que se encontraban detrás de mi inspeccionando el sitio, que realmente daba asco. Entramos dentro del antro y no me equivocada, es un prostíbulo. Lo que predominaba en el sitio eran hombres que iban acompañados por las chicas que trabajaban aquí. Nos fuimos acercando hasta la barra tal y como Drew nos había dicho, "tenéis que entregarle al camarero esta dirección, él os dirá que hacer". Nos acercamos a la barra y detrás de ella había un hombre de mediana edad, calvo, de una considerable estatura y una muy mala pinta.
-¿Qué desean? Dijo él sin apenas mirarnos, lo que hizo que mi furia aumentara. Arrojé el papel con la dirección en la barra mientras le daba una mirada de desprecio al tipo.
-Un momento. Espetó de la misma forma mientras salía de detrás de su sitio. Pasados cinco minutos, que parecieron horas, el hombre volvió.
-Seguirme. Dijo mientras nos escaneaba de arriba abajo negando con la cabeza. Mis ganas de darle de puñetazos aumentaban por completo y se que mis amigos se percataron de ello, porque Liam agarró uno de mis puños mientras Jack negaba con la cabeza. Rovoleé los ojos mientras seguía al extraño sujeto por un largo pasillo...

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Muchas gracias por leer y todo el apoyo😊😍😘
PD: disculpen la tardanza😢😰

Veinte besos y una estrofaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora