"Ambición" CAMREN G!P.

cap 13

Narra Camila.

-¿qué?

-¿no sabías?-frunció en ceño-hace un mes que son novias.

-Dinah no me contó nada-susurré.

Lauren se encogió de hombros he intentó besarme-no-corrí la cara-aun estoy enojada contigo-me crucé de brazos.

-no estés enojada Camz-escondió su cara en mi cuello-¿me perdonas?

Su aliento chocó con mi cuello poniéndome la piel de gallina. Mordí mi labio intentando controlar lo que sentía en ese momento.

-vayámonos-susurré.

-está bien.

Narra Lauren.

-¿no me vas hablar?

-¿cuánto queda?-preguntó mirando por la ventana.

-no mucho-doblé en la esquina, solo quedaban un par de cuadras-¿siegues enojada?

-no-dijo sin mirarme.

-mentirosa-sonreí por lo infantil que era-Camz no estés enojada cariño-toqué su muslo. Sentí como se tensó así que saqué la mano.

-no-tomó mi mano y la volvió a poner en su muslo. Eso me sorprendió pero de todas formas no quité mi mano.

Narra Camila.

Lauren había puesto su mano en mi muslo y me tensé.

Que lo hiciera me sorprendió, pero no me disgustó. Al parecer ella pensó todo lo contrarío y sacó su mano la cual de inmediato la volví a poner en mi muslo.

Estaba tan distraída en su mano que no había puesto atención a lo que Lauren había dicho.

-¿me dijiste cariño?-la miré intentando no sonreír.

-si-dijo nerviosa-¿te molestó?-me miró por unos segundos.

-no-sonreí-me encantó-apoyé mi mano sobe la mano que tenia sobre mi muslo.

Lauren me sonrió y siguió mirando al frente. Luego de unos pocos minutos llegamos a su casa. Lauren se bajó y abrió mi puerta, esos pequeños detalles hacían que la quisiera cada vez más.

Le agradecí y luego caminamos hacía la entrada.

-¿quieres algo para comer?-tiró las llaves a un mueble.

-no gracias, no tengo hambre-me quedé a un lado de la entrada.

-¿segura?-se volteó a mirarme.

-si-intenté sonreír.

-okey-me miró insegura-vamos al cuarto.

Lauren comenzó a subir las escaleras seguida de mi. No pude evitar mirar su trasera, era inevitable no hacerlo.

-¿qué quieres hacer?-me preguntó cuando entramos a su cuarto.

-no lo sé-me encogí de hombros.

-¿quieres leer?-se acercó al estante de libros-se me olvidaba-se volteó a mirarme-no te gusta leer-sonrió burlesca-no podrías leer un libros de estos-apuntó al estante.

-claro que puedo-dije segura-dime cual leer y te prometo que me lo leo en menos de lo que esperas.

-está bien-miró bien el estante hasta que tomó uno-éste-me lo entregó.

Era el que tenía en casa, con la diferencia de que este era original. Este libro era unos de mis favoritos.

-es mi favorito-susurró.

-debe de ser bueno-me saqué la mochila del hombro y guardé el libro en ella.

-el mejor-sonrió-espero que a ti también te guste.

-tal vez-me encogí de hombros.

-sigues enojada-se ganó frente a mi, pero a unos pocos pasos alejada.

-no-miré sus ojos.

-¿segura?-dio un paso.

-si-me resistí en sonreír.

-¿segurita?-dio otro paso.

-si-di un paso hacía atrás.

-¿un poquito enojada?-hizo un gesto con sus dedos mientras seguía dando otro paso.

-si, Lauren-reí.

-¿enojada?-entrecerró los ojos acorralándome contra el estante.

-tal vez-susurré mirando sus labios.

-¿me quieres besar?-juntó nuestras frentes tomándome de la cintura.

-tal vez-cerré los ojos-¿tu quieres?

-tal vez-acercó su cuerpo al mío dejándome completamente apegada al estante.

 -entonces hazlo-susurré.

Lauren se acercó y besó mis labios. Mis manos por instinto las llevé a su cabello perdiéndome en ese sabor exquisito que tienen sus labios. Su forma de besarme siempre es suave pero a la vez un poco brusco y eso me volvía loca.

Lauren llevó sus manos a mi trasero y lo apretó. Mi gemido fue retenido por su boca y su lengua que cada vez se volvía más insaciable.

Lauren me levantó y yo entrelacé mis piernas a su cadera. Con sus manos recorría gran parte de mi cuerpo, pero sin ir demasiado lejos. Ella sabía que hacer sin necesidad de decirle nada. Sin darme cuenta ya no estaba apoyada en el estante.

Lauren comenzó a caminar hacía su cama y con cuidado me recostó quedando ella sobre mi.

Sus besos comenzaron a bajar quedando en mi cuello. Lauren besaba y mordía de una forma tan exquisita, mientras sus manos acariciaban mi muslo logrando ponerme la piel de gallina.

Sus manos de apoco fueron subiendo mi vestido y a ese punto yo no tenía fuerzas para detener esto que me estaba haciendo sentir tan bien.

-te amo.

COMENTEN Y COTEN.