cap 50

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Narra camila.

Hoy me levanté temprano,  no sabía si lauren me pasaría a buscar así que le pedía a dinah que viniera por mi.

-aún no hablan-condujo hacia la universidad.

-no.

-cece no me ha querido decir nada.

Simplemente me dedique a mirar por la ventana,  no quería estar así. Cuando llegamos dinah se estacionó en el lugar de siempre y juntas nos bajamos del auto. Necesitaba verla y no solo en una maldita foto, quería ver cuando llegara.

-ahí vienen-miró al auto de cece que estaba entrando al estacionamiento.

Dinah tomó mi mano y juntas caminamos hasta donde se habían estacionado. La vi bajar del auto  y se veía hermosa pero al mirar su cara me di cuenta de que ella tampoco había dormido bien.

-tu te olvidas que tienes novia-empujó a cece cuando la tuvo en frente.

-claro que no-la abrazó.

-mas te vale-la besó.

Me quería acercar a lauren pero ella comenzó a caminar alejándose de nosotras. Me apresuré y tomé su brazo haciendo que volteara a mirarme.

-necesitamos hablar.

-lo sé, hablaremos a la salida.

Sus voz no era la misma, tenía cierta dureza al hablarme y sus ojos ya no eran tiernos. Algo estaba cambiando.

-te amo-susurré con mi voz temblando al igual que mis manos.

No dijo nada, sólo sonrió de una forma irónica para luego soltarse de mi agarre y entrar. Miré hacia atrás y vi que las chicas nos habían estado mirando. Suspirando entré seguida por las chicas, caminé hacia el salón rezando a que esto se arreglara.

Narra lauren.

-me prestas tu auto.

-claro, me iré con dinah-se encogió de hombros entregándome las llaves.

-no sé que hacer-susurré perdida en mis pensamientos.

-lo sé-acarició mi espalda-solo intenta aclarar las cosas y luego todo fluirá .

En eso sentimos como la puerta de la biblioteca se abría. Dinah entró y de inmediato corrió abrazar a cece. Camila entró detrás de ella y me miró de inmediato, sólo bajé la mirada a la bandeja y seguí comiendo sin prestar mucha importancia a mi alrededor.

Narra camila.

Miré a lauren y me di cuenta de que tenía su mirada perdida. Me acerqué y al parecer no se dio ni cuenta-me puedo sentar aquí.

Simplemente asintió sin dejar de comer. Me senté a su lado sólo escuchando a dinah y cece hablar comencé a comer. En ningún momento se volteó a mirarme mientras que yo no podía dejar de hacerlo.

Tocaron el timbre y lauren se levantó de inmediato.

-ya tengo que ir a clases.

Tomó su mochila y se fue casi corriendo del lugar. No terminé de comer ¿, simplemente no tenía ganas así que tomé la bandeja y salí camino a la cafetería botando lo que había dejado para luego dejarla  a un lado.

Solo quedaban dos clases. Pasaron muy lentas y a ninguna le puse atención, lo único que hacia era pensar en que tenía  que hablar con lauren. Cuando tocaron para salir tomé mis cosas y salí casi corriendo al estacionamiento.

Me quedé a un lado del auto de cece ya que sabía que lauren llegaría ahí. 

Veía a todos salir menos a ella y cada vez me ponía más nerviosa. Luego de unos malditos minutos la vi caminando junto a cece y dinah. Al verme de inmediato se despidió de las chicas y caminó hacia el auto para subirse.

Hice lo mismo  y me puse el cinturón al igual que ella. Llevaba conduciendo unos minutos cuando me doy cuenta de que este era el camino hacia mi casa.

-donde vamos-susurré un poco nerviosa.

-a tu casa.

-no hablaremos.

-si hablaremos, pero no tomará mucho tiempo.

Mis manos temblaban y mi voz falló-ya no quieres estar conmigo.

-solo cállate-gruñó-ya tendremos tiempo para hablar.

Nunca el camino a mi casa había sido tan lento y doloroso. Mi mente dio vueltas todo el trayecto buscando la manera de no pasar por esto. No sabía que había pasado, me había perdido de algo y ella sería quien me dijera los motivos de todo esto.

Se estacionó frente a mi casa y no se sacó el cinturón. Ella no bajaría hablar, sería aquí. No había vuelta atrás. Ninguna decía nada, ningún ruido nos interrumpía. Escuchará mi corazón latir tan fuerte.

Ni una mirada, ni un "tenemos que hablar", simplemente las palabras fueron dichas dando inicio a todo.

-por qué me mentiste-se volteó a mirarme-me dijiste que estarías de compras con dinah y no fue así.

-yo te puedo explicar.

-claro que me vas a explicar-se rió.

-él quería hablar conmigo y me pidió si podíamos juntarnos.

-por qué no me lo dijiste-vi como su mandíbula se tensó.

-sabía que te enojarías si te lo decía-intenté tomar su mano pero la apartó. 

-claro que me enojaría si ese fue el imbécil con el que te vi besándote -gritó perdiendo la paciencia-y mas encima tienes el descaro a enojarte cuando te dije que hablaría con diana-pasó sus manos por su cabello-en ningún momento te oculte algo-volteó a mirarme-en cambio tu si, como quieres que confíe en ti a partir de ahora-susurró con lágrimas en los ojos.

-solo habló conmigo, ni siquiera me importó lo que dijo solo fui porque quería acabar con esa mierda-me desesperé.

-no te creo nada-gritó haciendome temblar-ni siquiera se si pasó algo entre ustedes.

-no pasó nada-tomé su rostro-como puedes creer algo así-ya no aguanté más y me eché a llorar-yo te amo.

-necesito un tiempo-tomó mis manos y las apartó de su rostro-aunque sea unos días, necesito aclararme.

-no volverá a pasar, por favor-tomé su mano y la coloqué en mi mejilla mientras la besaba-no me pidas eso.

-estoy cansada camila-apartó su mano-me tengo que ir.

-no quieres pasar.

-no-frunció el ceño-bájate por favor.

-este sábado es mi cumpleaños, quieres venir.

-no lo sé-suspiró-tendré que ver.

-puedes venir a la hora que quieras-le sonreí-no es necesario que traigas regalo-intenté reír.

-no te prometo nada camila.

Solo asentí, qué más podía hacer. Abrí la puerta y me bajé, pero antes de cerrarla le dije lo último que podía decirle en ese momento.

-nunca olvides que te amo-la miré a los ojos.

Ni siquiera asintió, solo se quedó mirándome, sólo una mirada vacía. La perdí, eso es lo que sentía.


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