Un Anillo Tentador [+18]

¿Sexy En El Portal?~Flea

Un perfecto e imbécil individuo merodeaba por ahí.
《El viejo Jenkins sigue acechando, debo tener cuidado》, pensó el chico, escondido bajo una caja de cartón, esperando a que ese anciano de mierda abandonara el callejón.

Flea le tenía miedo, pues ese sujeto solía golpear a su hija.
Sí, el chico le tenía miedo, pero a pesar de ello le hacía bromas y lo atormentaba.

《Nadie golpea a mi mejor amiga, ni aunque sea su padre》.

Tintineaban las campanas, allá fuera, cerca de su hogar.
-¡Ven acá estúpido, ten enseñare a no meterte con el señor Jenkins!-rugía el viejo, balbuceando una que otra tontería sin sentido mientras intentaba buscar. Su bastón de abeto era resistente, y sin embargo pronto se rompería de furia.

Al fin se fue y Flea salió.
Corrió hacia las escaleras y subió por ellas hasta el cuarto piso, a la ventanilla del cuarto de su amiga.

Entró lentamente, sin hacer ruido, evitando cualquier chocar de su ropa y zapatos con las cosas de ella.

Clara no estaba en la habitación. Ello era extraño, puesto que El Viejo la castigó encerrandola ahí.
《Aunque bien podría salirse por la ventana, la verdad ella no tendría a donde ir》.

Clara adoraba permanecer en su casa, sin hacer nada en particular. Ese era su hobbie. O al menos cuando no se entrometía su padre. Sólo vivía con él, algo triste y a la vez desalentador.

Ella había faltado varios días al colegio y Flea decidió ir a buscarla.
《Haber, necesitamos trabajar en equipo. Anette se ha puesto estricta y no deja ni un minuto de descanso, a menos que este con Luisian》.

Anette era una chica esbelta, que solía mandar cualquier cosa a la mierda, pero era persistente en sus mejores momentos.

《Aún recuerdo esa ocasión en que nos despedimos, y cuando ella se inclinó, pude ver por un breve instante sus tetas》.
Flea...tenía un especie de fetiche con sua amigas, por ser tan prohibido llegar a hacer algo con ellas. A final de cuentas, eso lo mantenía sólo dentro de su cabeza, ya que, controlaba sus deseos, y prefería masturbarse que embarazar o siquiera tocar a sus amigas.

《Seré un cerdo, pero no por ello seré mala persona》.

Hubo un estruendo bajo la cama de Clara y una nube de humo inundó el suelo. Clara salió rodando, llena de restos pequeños de carbón y con la ropa ennegrecida.

Ella pudo espantarse de que alguien estuviera sobre su cama, y se alegró al ver a su mejor amigo. Le dio un abrazo.

《Se siente tan bien cuando las tetas de una chica rozan con una parte de tu cuerpo. Es tan rico》, pensaba el buen Flea. Su miembro ya se había parado, y decidió disimular volviéndose de lado, apartando a Clara.

-¿Qué demonios acaba de pasar?-dijo a su amiga.
-Bueno...descubrí un lugar interesante cuando por accidente este anillo cayó en mis manos-respondió ella.
-¿Y de dónde salió?
-Mi único pariente vivo, aparte de mi padre, mi tía Lucy, lo tenía guardado en una cajita. Decidió ponerse uno y regalarme uno, pero el día que me entregó el mío, dijo que el suyo había desaparecido misteriosamente.
-Eso está muy extraño. ¿Y cómo era el lugar al que viajaste?
-Es llano, fértil, lleno de vida. Es la primera vez que prefiero un espacio abierto a mi hogar o cualquier ambiente con paredes.
-Suena bastante bien. Eso de estar en un lugar con paredes no es precisamente bello.
-¿De qué hablas, si es hermoso?
-Como digas. Pero no lo es-en ese momento le soltó Flea una nalgada. Verás, Anette era muy esbelta y casi sin mucho que presumir, pero Clara tenía piernas tonificadas y un gran trasero. Ello volvía más que loco a este protagonista.
-Eres un tonto, ¡eso no se le hace a una chica!-ella lo lanzó al suelo y luego lo pateó bajo la cama. Tranquil@, que así se llevaban ellos.
-Debes admitir que estás nalgona, y bien lo sabes Clara.
-No, no lo soy, tu eres idiota.
-Ah que sí, tu lo sabes nena.
-No diré nada más porque se que las nalgas de Mónique te traen loco.
-Oye tranquila. Se que las tiene muy grandes, igual que sus piernas, y que incluso tiene buenos senos, pero tu tienes más trasero.
-Ya cállate.
-Oblígame.
-Hay maneras....

Ella se metió bajo la cama junto a Flea. Él tenía su miembro estallando bajo los pantalones, quería salir.

Clara se abrió la blusa, dejando ver su abdomen y su sostén color pistache.
-Por dios, no, detente, o usaré...-dijo Flea.
-¿Qué usarás?-interrumpió Clara. El sueño de Flea, en el que cogía con su mejor amiga, se estaba haciendo realidad.
-Sacaré mi pene y te atacaré con él.
-Pues yo te daré una buena tanda con mis tetas-se bajó el sostén.
-Tú lo provocaste-Flea se bajó el pantalón y su gran miembro salió.
-Vaya...tienes una gran cosa guardada siempre....
-Yo tengo la verga más grande del mundo, Clara.
-Cállate idiota-Clara acercó sus senos a Flea y su rostro se vio apachurrado por ellos. Flea no pudo contenerse y su líquido preseminal ya estaba saliendo.
-Mira que no resistirás...-Flea aceró su pene a Clara, la volteó, y el haciendo una especie de cucharita hacia ella, le bajó su pantalón y empezó a rozar su miembro contra su calzón. Ello provocó que Clara se viniera.
-¡MALDITO!-exclamó Clara, cuando, en una embestida celestial, el anillo que portaba chocó contra la pared bajo el suelo. Un destello abrió un pasadizo junto a ellos.
-¡ESTÁS NALGONA!-gritó Flea, eyaculando en las bragas de su amiga. Ellos se empezaron a besar, ella lamió todo su semen y él mordió sus tetas, mientras eran absorbidos por la luz de la pared...