Un Anillo Tentador [+18]

¿Alguien dijo Sexo?~Serena

Caminaba vacilante por la calle. Ella había esperado que Flea llegara y platicara con ella, pero no se apareció.
《Dios, ¿por qué tiene que gustarme tanto?》

Era su gran debilidad. No podía evitar querer besarlo, sentir sus labios contra los suyos, incluso cuando lo hizo, ella llegó a desearlo tanto como para que penetrarla le diera tremendo placer.

《¡Oh sí Flea, te quiero dentro de mí, consuma el amor que algún día tendremos, no me importa que me embarace de tí》, pensaba al masturbarse algunas noches, en la soledad de su sala, a oscuras y expensas de que alguien la encontrara, lo que era poco probable porque su familia dormía como tremendos cerdos... bueno, más bien como perezosos, tan obesos por comer tanta porquería excepto hojas.

Su hermano mayor -sólo por un año- la había encontrado una ocasión haciendo sus cosas con un pepino.
-¡¿Qué demonios?!, ¿no podrías al menos hacerlo en un lugar más privado? -había dicho. Le tuvo que hacer caso.

Otra ocasión... ella se quedó espantada. Flea salía del cuarto de su amiga Clara.
《¿Por qué?, lo iré a ver...》.

Ella tenía unas tetas muy grandes, demasiado diría yo. Cuando se acercaba a Flea, cruzaba sus brazos y eso hacía que sobresalieran más. Ella sabía que excitaba a Flea.

-Hola Flea -dijo ella, cuando éste bajó por las escalerillas a un lado del edificio.
-Hola Serena. ¿Qué haces por aquí? -dijo Flea.

-Caminando. ¿No gustas... ir a mi casa?, podríamos ver una película.

-Seguro -dijo. Estaba algo sonrojado de sus mejillas y del cuello.

Avanzaron unas calles hablando sobre gatos, y al fin entraron a su casa. Su hermano menor -por un año- estaba sentado en la sala.

-Serena. Mamá dijo que vendrá más tarde -dijo el joven.
-Está bien Patrick. Yo iré con mi amigo a mi cuarto -dicho esto sunieron por la escalera.

-Tu cuarto está adorable. Tantas almohadas, cojines, los sillones peludos y tu cama verde limón. Sí, muy bonitos -dijo él.

-Gracias Flea. Sabes, estaba pensando en poner la película mientras platicamos cosas... -intuyó ella, arrebujando sus pechos contra el brazo izquierdo de Flea.

-¿Qué cosas? -dijo él. Ella vio la erección en su pantalón, aunque no era tan grande como otras ocasiones, en las que se besaron y su polla estaba apretada contra su feminidad.

-Cositas sucias -ella se sentó en su polla excitada. A través del pantalón sintió su calor.

-Serena, no quiero aprovecharme de tí. No de nuevo.

-Yo te quiero Flea. Te quiero dentro de mí. Te quiero así -llevó su mano a una de sus tetas.

-Yo... -no dijo nada. Su mano subió hasta la zona de la blusa debajo de la que estaba el sostén escarlata que vestía.

Sin pensarlo, subió la blusa de la chica y metió sus manos dentro de su sostén, amasando sus colosales y jugosas tetas. Pellizcaba sus pezones con tanto placer.

-Flea, quiero que me desvirgues, por mi feminidad, por mi culo. Quiero todo de tí.

La bajó el pantalón y empezó a mamar su verga ya grande, bajándola hasta su garganta.

Tras varias lamidas llendo hasta sus bolas y masajeándolas, se sacó sus melones del sostén y colocó su pene entre sus tetas, subiendo y bajando mientras chupaba la punta de la polla.

-Dale duro perra, maldita tetona -exclamó Flea, excitado.

-No resisto más, penetrame, rápido, FleaaAAAAAAAAH...! -gritaba. Flea no lo pensó como hace segundos y la embistió con toda la violencia posible por su feminidad. Su vagina se contraía llenando de placer a Flea, haciendo gritar a Serena.

Apretó sus tetas para sostenerse y así lograr meter más rápido su polla. Su hermanito entró en el instante en que metía su polla en el culo de su amiga.

-¡DAALE FLEA!, ¡AAAAH RICO SI RICO ROMPEME EL CULO, LLENAME DE SEMEN, DE LECHE! -exclamaba ella, entre sudor, lágrimas y nalgadas que le daba Flea. Le había desvirgado por todos lados.

Flea se sentó y ella se puso en posición de cabalgar sobre él, mientras sus tetas eran devoradas por su lengua, su rostro estaba perdido entre ellas, dando nalgadas que dejaban rojo su culo, y embistiéndola por detrás.

De improviso otra polla entró en su culo.

-¡¡QUEEE ES ESTOOO!!, ¡¡MALDITO!! -gritaba ella. Flea y su hermano le estaban penetrando el trasero.

-¡¡DEJATE COGER, ZORRA ESTUPIDA, MALDITAS TETAS TE CARGAS!! -gritó Flea al venirse dentro. Su hermano seguía dandole duro al incesto...