CAPÍTULO 1

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Después de haber llegado a casa al finalizar las clases. Saludé a mi familia y subí a mi habitación.
No tenía muchas ganas de empezar a hacer los deberes, decidí escuchar música.
En medio de una canción oigo como alguien llama a la puerta principal. Me quito los auriculares y es ahí cuando escucho como suben las escaleras. Finalmente llaman a mi puerta. Les doy permiso para pasar y veo a Adam.
Me alegro tanto de verle que voy corriendo a su encuentro y finalmente nos fundimos en un abrazo. Tengo muchas ganas de contarle mi día y hablarle sobre Cameron. Adam a parte de ser mi pareja también es mi mejor amigo y nunca le he ocultado nada.
Los dos nos sentamos encima de mi cama mirándonos cara a cara.
- ¿Sabes qué Adam? Hoy he hecho un nuevo amigo.
- ¿Enserio? Me alegro.
- Se llama Cameron y tienes que oírle recitar un poema. Cuando lo escuchas es como si todo a tu alrededor desapareciera y solo estuvierais él y tú.
Adam no dijo nada, se limitó a mirar al suelo. Yo le levanté la mirada para luego decir:
- ¿No me digas que tú estás celoso?
- No...solo que no me hace mucha gracia ese tal Cameron...
- ¡Estás celoso! ¡No me lo puedo creer!
Empiezo a reírme.
- Oye no tiene gracia.
- Es que tú siempre estás rodeado de tus fans, las cuales como mucho llevan una camiseta de tirantes que gracias a Dios les tapa sus senos y ¿eres tú el celoso?
Adam al ver a que me refería se une a mí y los dos nos reímos.
Finalmente cuando acabamos seguimos con la conversación.
- Jane esta noche tengo un concierto ¿te apetece venir?
- Me encantaría.
- Perfecto te vengo buscar a las nueve y media.
A continuación se levanta depositando un beso en mi frente y nos despedimos.

Por fin es de noche y no sé qué ponerme. Decido pedir consejo a mi madre, ella tiene muy buen gusto. Finalmente decido ponerme unos shorts de lentejuelas doradas con un top negro, palabra de honor y con brillos dorados en la parte de arriba, también me hice una coleta de caballo alta, dejando algún que otro mechón de delante suelto.
Una vez preparada llamaron a la puerta, mi madre fue corriendo a abrir, yo di un último vistazo para ver que estaba todo perfecto y me dirigí hacia la puerta.
Mientras bajaba las escaleras vi como Adam conversaba con mi madre. A continuación desvío la mirada y al verme se quedo boquiabierto. Él también estaba muy guapo, llevaba una camiseta con el logotipo de su grupo, unos vaqueros negros y unas zapatillas también negras.
Al saludarnos con dos besos en la mejilla, Adam aprovechó para susurrarme en el oído:
- Estás preciosa.
Esas palabras me hicieron sonrojar, para que mi madre no se diera cuenta, me despedí de ella rápidamente y los dos nos dirigimos al coche de Adam para ir al concierto.

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