Just Us

CAPÍTULO 6

Después de darle muchas vueltas finalmente decido ir.
Empiezo a mirar la ropa en mi armario. Quiero ir bien guapa, quizá no es lo mejor para un concierto de rock pero decido por fin ponerme un top crop de encaje rosa por delante y liso por detrás, unos vaqueros de tiro alto azul claro y nos botines con cuña de una azul tirando a verde. En el pelo decido dejármelo suelto, sé que a Adam le encanta así.

Finalmente le digo a mi madre si me puede llevar al concierto. Ella acepta y nos dirigimos hacia allí.
Cuando llegamos no estoy tan segura de si es una buena idea.
- ¿Va todo bien Jane?
Yo asiento.
- Hija, el amor es como la vida, no siempre es fácil, y no siempre trae la felicidad...pero si no paramos de vivir, ¿por qué deberíamos parar de amar?
Esas palabras me reconfortaron mucho. ¿Pero realmente amaba a Adam? Siempre creí que sí, pero en cuanto llegó Cameron ya no estaba segura, y el amor no tiene que ser incierto. Tendría que ser algo en lo que te sintieras seguro de cada decisión que tomas.
Me alejé esos pensamiento y me encaminé hacia el club.
Una vez dentro intenté buscar a Adam, pero no lo encontré por ninguna parte. Venir aquí a sido una mala idea. Pero cuando me decidía para volver a casa oigo como presentan a la banda. Entonces me giro y lo veo allí arriba. Y es ahí cuando me doy cuenta de que vuelvo a sentir lo mismo que la primera vez que lo vi. Decido acercarme al escenario, me voy abriendo paso hasta la primera fila. Cuando llego levanto la mirada y veo cómo Adam está mucho más animado que en el momento en que ha empezado el concierto.
Enseguida analizo la letra y me doy cuenta de que habla sobre una chica que le hacía sentir único pero que ahora ya no está...¿se estará refiriendo a mi?
Y por primera vez, en uno de sus conciertos, empiezo realmente a bailar al ritmo de la música. Me siento libre, feliz, me siento como en una nube en la que no quiero bajar nunca.
Una vez finalizada la función, decido salir fuera. Necesito airearme un poco. Al poco tiempo también sale Adam. Los dos nos quedamos mirando sin saber qué hacer o qué decir. Poco a poco nos acercamos pero cuando estamos a punto de tocarnos, freno en seco.
Él se queda desconcertado sin embargo luego empieza a sonreír.
No me había dado cuenta cuanto añoraba su perfecto gesto.
- Has venido.
- Sí aquí estoy.
Y sonrío, hace muchísimo tiempo que no estábamos tan cortados.
- Entonces ¿Los Ángeles, no? Que guay.
- Sí. Por fin vamos a ser famosos.
- Siempre has querido triunfar en tu ciudad natal. Y sin embargo ahora te vas.
- Jane... Aún estoy aquí y estoy locamente enamorado de ti. Por favor...Quédate junto a mi.
Después de esas palabras no aguanto más y me echo a sus brazos para, finalmente, fundirnos en un abrazo, donde vuelvo a percibir su aroma entrando por mis fosas nasales.
Ahora sé que realmente nunca he dejado de amarle...