Niña Buena.

Capítulo 20

Habían pasado dos meses desde la muerte de ese hombre y mi vida parecía otra.

Mi cuartada se había vuelto inquebrantable, pero resultaba sospechosa para los policías a cargo.
Al no tener evidencia que me relacionara directamente con el crimen, no podían seguir acusándome o interrogándome y al abogado se había encargado de que así fuera.

Por lo pronto el crimen quedaría impune y esto a los policías no les gustaba, por lo que él abogado había creado la estrategia perfecta para que no me involucraran mas en el caso, a cambio de información de los actos ilícitos de mi padre, lo que creo una investigación alterna para resolver los crímenes de mi padre y de esta manera intentar ligarlos a su asesinato. 
Todo había salido mejor de lo planeado.

Mi padre ya no estaba.
Tenia una familia.
Una loca mejor amiga.
El novio de mis sueños.
Al fin podía hacer lo que quisiera.
Jamás había sido feliz en mi vida.
Y ahora lo era.
Si tan sólo el abuelo estuviera aquí todo sería perfecto...

Los policías ya habían dejado la casa y había quedado con benjamín para ir a buscar mis cosas.
Benjamín me fue a buscar a la casa de Gret y nos fuimos.

-Entonces... ¿Que te dijo el abogado? -Pregunto Benjamín en el auto.

-Que lo mas probable es que acusen de la muerte a alguna de las bandas rivales de mi padre.
Tal y como el se salvaba de sus crímenes, terminara su crimen.

-Karma. -Dijo y estaciono el auto; ya habíamos llegado.

-Si... eso creo. -Ambos bajamos del auto, saque las llaves que me dieron en la comisaria debido a que cambiaron la cerradura para que ningún loco o satánico entrara a investigar o hacer algún tipo de ritual, jugar Charlie, Charlie o quien sabe que.
Entramos y todo estaba exactamente como antes de que pasara todo, completamente limpio, como si nada hubiera ocurrido... Se sentía tan extraño estar allí. Tantos recuerdos venían a mi mente.

Subí a mi habitación junto con Benjamín y al entrar sentí como si una avalancha me derrumbara. Todo lo que mi padre me había hecho.
Ya no volvería a lastimarme. Nunca mas.

-Esta bien, todo va a estar bien. Ya no puede hacerte daño. Nadie lo hará, yo me encargare de que sea así. -Dijo Benjamín al notar que me quebraba a la vez que me frotaba mis brazos.

Empece a tomar las cosas que mas necesitaba con ayuda de Benjamín, lo demás lo podía remplazar.
Fue entonces cuando empece a buscar mi caja secreta y al no encontrarla me empece a desesperar.

-Oye, ¿Que pasa?

-Falta algo... N-no puedo encontrarlo... -Dije mientras seguía revolviendo las cosas para encontrarlo.

-Tranquila, te ayudare a buscar ¿Como es?

-Es un cofre de madera mediano, era de mi madre, se lo había dado el abuelo y el después me lo dio a mi.
Ahí tengo fotos de ella, cartas, notas, muchas cosas que me importan, necesito encontrarlo.

-Esta bien, te ayudare, tranquila. -Estuvimos casi media hora buscándolo, el cuarto estaba hecho un completo desastre y ni aun así lo encontramos. Estaba tan frustrada que me senté en la cama y me puse a llorar. -Oye, oye, por favor, no llores.

-Lo necesito Benjamín... No puede ser que haya desaparecido...

-Tienes razón. No puede ser que haya desaparecido. -Dijo sentándose a mi lado.
-Quizá los policías se lo llevaron. ¿Hace falta algo mas? 

-Pues... Hay ropa que falta, también un tablero de dardos y algunos cuadernos, Pero ¿Por que se lo llevarían? 

-No lo se, quizás creyeron que los llevaría a alguna pista o algo.