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CAPITULO 2

Jueves, 12:40. 22/05/2015. Londres.

Narra Samuel:

Otra mañana aburrida en esta empresa, no había nada que hacer, ni nada interesante que ver. Miraba el techo, giraba en la silla negra de cuero, veía las baldosas, pero nada me entretenía. Ya había ocupado el almuerzo como método de distracción, pero aun así no había logrado que se esfumase del todo este aburrimiento. Había contratado una o dos personas nuevas para agilizar en nivel de ventas, pero solo sirvió para unos minutos de distracción. Pero faltaba algo... Me faltaba algo.

Bueno, quizá con mi "regalo" me sentiría un poco menos aburrido en mi hogar. Si ya sé, tengo muchos "habitantes" allí, pero cada vez que compraba uno nuevo era una nueva sensación. Con cada uno experimentaba algún nuevo pasatiempo, pero con ninguno el más importante. Eso me causa millones de recuerdos devastadores, miles de caricias con sentimientos verdaderos, miles de besos duraderos, mil recuerdos inmortales. Pero a veces hay que olvidar los recuerdos, por muy mal que ello nos cause.

Miré la hora en mi reloj mientras me colocaba los cascos, la hora pasaba muy lento concorde a los anteriores días; 12:45. Puse el reproductor de música en aleatorio mientras buscaba en mi galería algo que ver. Pasaba de la galería screenshots a los de la cámara, viendo algunas cosas que ya había olvidado. Algunos me hacían reír y otros pensar en el porque había sacado esa captura de pantalla. Pero al ir a la galería principal me había encontrado fotos de mi ex...

Él había muerto de un cáncer terminal, mi única meta que tenia junto a él al enterarme de aquello; fue pasar lo mejor que pudieramos durante esas pocas semanas que le quedaban. Esas semanas fueron las mejores que pudiésemos haber tenido ambos. Sus preciosos ojos color avellana y su gran admiración hacia el mundo me enamoraron al primer momento de conocerlo. Lo extraño, claro está, pero hay momentos que quisiera poder olvidarlo, mi mente lo extraña en casos como este; sin pretender que cambie de recuerdos una vez que hayan llegado a mi. Aun recuerdo cuando salimos por primera vez, él era perfecto, en todos los sentidos. Yo, en cambio, era un idiota sin causa antes de conocerlo.

Yo lo amaba, lo amaba con locura; como sólo así podía amar. Sebastian era tan... Perfecto; no había palabra que lo definiera mejor. Y yo, por mi parte, era un más del montón; así me veía todas las mañanas frente a él. Pero Sebastian no, él me veía como si fuera el mejor hombre, me hacia sentir como si fuera único, alguien querido. Él era mi todo, pero cuando se fue no me quedó nada.

Limpié mis lágrimas con ambas manos y inspire hondo, deje salir todo el aire acumulado y apague el móvil. Me saqué los cascos y los dejé en un costado. Guardé todos los papeles que tendría que firmar en mi hogar y un par de cosas más. Coloque mi móvil en uno de los bolsillos del saco que tenia puesto y tome las llaves de mi oficina.

Salí con cautela, mirando a ambos lados, para mi mala suerte estaba mi secretaria; Lorena. Era una de mis mejores empleadas de aquí. Tiene el pelo ondulado de un color avellana totalmente cautivante, unos ojos color café intensos, tenia unas curvas totalmente marcadas. Llevaba un vestido que le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas de color blanco, unos tacones de un grisáceo claro totalmente adecuado para su estatura.

-Samuel... Tienes que firmar esto- dijo entregándome unos cuantos papeles a los cual eché un vistazo rápido.

-Lo llevaré a mi casa para terminarlos- le Sonreí tratando de ocultar el mal rato que había pasado.

-Oye, ¿Estas bien? Tienes los ojos rojizos y brillosos

-Si, solo...- suspiré- estoy cansado- mentí

-No mientas, ¿otra vez has visto tu galería?

-¿Como puedes saber todo lo que pasa en solo segundos?- reí

-Para eso somos amigos- golpeó suavemente uno de mis hombros- deja de pensar en él, por lo menos que no sea tan doloroso cuando lo hagas. Todos en la empresa queremos que estés bien. Obviamente yo más- rió

-Lo sé, Lore, solo no puedo evitarlo. Desearía, pero no.- suspiré- Espero que no te importa que me vaya... Estoy muy cansado mentalmente.

-Claro que no, De Luque, envíame un mensaje de texto si me necesitas

-Trataré de no quedarme dormido-sonreí- ah... Mañana te traeré los papeles, así qué no te preocupes- besé su mejilla amistosamente- Adiós, Lorena

-Adiós Samuel- se despidió de mi con un ligero movimiento de palma y siguió su camino. Cerré mi oficina, me dirigí hacía la puerta de salida y tome las llaves del auto.

Me subí al automóvil y dejé mis cosas en los asientos de atrás. Acomode mi cabello mirándome al retrovisor unos momentos y desacomode un poco mi vestimenta. Encendí los motores y comenzó mi trayecto hasta mi hogar. Mientras conducía miraba por la ventanilla de mi costado izquierdo intentando despejar mi mente de mis pensamientos.

Hola! ¿cómo están?

Muy tarde, lo sé... Intentaré actualizar mas seguido, pero no prometo nada :(

Este capitulo tiene dos partes cada una va a ser de 1000 palabras wkiakka

Si alguien quiere agregar me en Whatsapp; +541122669124 ;D