A Wish Upon A Star

Hoy era otro día estresante para Mirai. Tenía como veinticuatro proyectos para mañana y seguro su roommate iba a andar de prendida con su novio. Era jueves, ya casi era viernes, lo que hacía que estuviera nueve veces más cansada. Pero a su profesor no le importaba. El decía "no tienen ningún pretexto para no entregarme proyectos, si tienen actividades en la tarde, recuerden que tienen toda la noche para hacer sus tareas, jovenes". Mirai amaba su clase, y ciertamente le tenía mucho aprecio a ese viejecillo, pero realmente lo detestaba cuando hacía ese tipo de cosas.

Mirai no era de las personas que dejaban todo para el último día, el realidad hacía lo que sea que se les había asignado desde el primer día. El problema era cuando le aplicaban la "KyungSoo", que básicamente era lo que acaba de explicar, un chingo de proyectos para el día siguiente. Su maestro se llamaba Kyungsoo, de ahí el nombre.

- Viejo tonto.- Dijo para si misma Mirai mientras abría la puerta de su departamento y se quitaba los zapatos en la entrada. Se adentró a su cuarto y botó su mochila en su cama. Sacó todos sus libros y abrió su laptop. Comenzó a trabajar en el nuevo tema. Esa semana estaban hablando de una organización que se hace pasar por estrellas para cumplir los deseos de la gente.

- Es estupido, si quieres que tu deseo se haga realidad, deberías hacerlo por tus propias manos, no por las de otra gente.- Dijo Mirai mientras leía la información de aquella organización. Siguió viendo la página de la organización. Leía las reseñas que la gente dejaba.

- Me sorprende, no toda la gente que tiene deseos es gente rica...- Dijo Mirai, y después pasó a las fotos. Vio un par de mujeres y una niña abrazándose. Se estaban despidiendo; Siguiente foto, un chico de pelo ¿morado?, estaba quemado una carta junto con un chico, se veían cicatrices en sus muñecas; siguiente foto, un chico muy sonriente y un señor muy anciano frente a el. Estaban jugando a las palmaditas o algo así. El anciano se veía tremendamente feliz.

- ¿Será verdad? ¿Simplemente pides un deseo y se vuelve realidad? - Preguntó mientras veía al chico de la foto, como si se lo estuviera preguntando a el. Era guapo ese chico, su sonrisa hacia que sus ojos se achicaran, y tenía pelo como negro. No podía ver nada bien con esa computadora, pero estaba segura que era guapo. Repentinamente escuchó la puerta de la entrada cerrarse y múltiples pasos entrando. Después la puerta de la habitación se abrió.

- Ah, Mirai. ¿Nos dejas la habitación?- Dijo SaeRon y ella sólo suspiró. Agarró ropa, su mochila, una sábana y almohada, y por supuesto su laptop. Procedió a mudarse al sofá como era de costumbre. Ya se había acostumbrado a dormir en el sofá, así como los gritos de SaeRon y los golpes en las paredes. Ustedes saben a que se refiere. Mirai había pensado en poner una goma que retiene el sonide dentro de la habitación, pero era muy caro. Aun así no le importaba, no quería quedar en malos términos con su roommate.

En el momento que puso un pie fuera de la habitación, ya habían cerrado la puerta de esta con seguro. Suspiró y comenzó a armar su campamento en el sofá. Mirai rápidamente se puso sus audífonos y puso la música lo más fuerte posible. No le importaba que su roommate fuera una zorra, solo le molestaba que ella era muy ruidosa. Mirai siguió viendo la página de la organización. Al parecer la ubicación era anónima. Según la página, muy poca gente conseguía convertirse parte de la organización. El único deseo que no podían cumplir era el de convertirte en miembro de la organización.

Mirai se quitó los audífonos y todo estaba raramente silencioso. Mirai cerró su computadora y se puso su chamarra con el logotipo de la escuela, tomó sus llaves y salió del departamento. Tomó el elevador a la azotea y una vez ahí simplemente tomó asiento a la orilla de esta.

- Estrella, no se si esto funcione ni nada, pero deseo... ser feliz. Mándame a tu persona más feliz.

Mientras tanto en los cuarteles de WUAS
(Wish Upon A Star)

- ¡Hay un nuevo deseo entrando!- Gritó una señora de mediana edad. No era coreana, era ¿inglesa? Hansol nunca se atrevió a preguntarle, le parecía de mala educación.

- Estrella, no se si esto funciona ni nada, pero deseo... ser feliz. Mándame a tu persona más feliz.

- Creo que necesitamos al experto. Despierte a Hansol, y dígale que lo espero aquí, señor ByungJoo.- Dijo la señora de mediana edad y el pelimorado* asintió.

El muchacho corrió por los cuarteles hasta llegar a un pasillo lleno de departamentos. Veía un número tras otro. 710, 712, 714. Después de unos segundos llegó al 738, que era donde su amigo vivía. Entró sin siquiera tocar la puerta y se dirigió a la habitación de Hansol, entró a su habitación y lo sacó de ahí, arrastrándolo por el suelo, mientras este seguía durmiendo.

- Sabes mocoso, no eres una ligera mariposa. La directora te busca para un trabajo.- Dijo ByungJoo mientras jalaba a su amigo con dificultad.

- Qué me diga mañana, son como las tres de la mañana.- Dijo Hansol mientras talla sus ojos. Para el ya se había vuelto costumbre que su amigo lo arrastrara de aquí a haya por algún trabajo. No es que a Hansol no le gustase su trabajo, solo era un poco flojo. El pelimorado finalmente llegó a la oficina de la directora y entró a esta con su amigo arrastrando.

- Señor Hansol, levantese, tenemos trabajo para usted.- Dijo la directora firme mientras Hansol se acomodaba el cabello, y asentía.- Esta chica es diferente.

- Ajá.- Dijo mientras seguía en lo suyo. La directora era como la madre de Hansol, o al menos así la veía el. Han estado juntos desde que los padres de Hansol desaparecieron.

- Ella quiere ser feliz.- Dijo la directora y finalmente llamo la atención de hansol.

__________

Katangana!

Ahí está el primer capítulo, ¿les gusto?
¿no?
Bueno :'(
Espero hayan disfrutado de este capitulo, no olviden agregarlo a su biblioteca si les gustó, voten y comenten cosas bellas.

Los amodoro, y que tengan un bonito día/noche.
Besitos

☆ Estiki Aut ☆