~Calendula Requiem~

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*No es plagio este mismo one-shot lo publique en Amor-Yaoi bajo el mismo nombre de autor.*

Espero que les guste es mi primer one-shot en el fandom de Haikyuu además de que es el primer One-shot que no escribo en tercera persona, pero me pareció adecuado escribirlo de esta forma para que trasmitiera mejor los sentimientos.

Una cosa más, Haikyuu y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Furudate. Yo solo los tomo prestados para dar vida a esta historia.Ahora si a leer

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Si me preguntaras que es lo que más recuerdo antes de que todo esto comenzara, te diría que memorice a la perfección los mensajes de texto que nos mandábamos hasta que uno de los dos cayera dormido, las pequeñas llamadas donde a pesar de que decías que te molestaban nunca me colgaste, nuestros pequeños enfrentamientos en el campamento junto con las cosas que te enseñe en esos días. Y sobre todo aún recuerdo el viaje de Tokio hasta Miyagi por el simple impulso que me dio de ir a verte y decirte de una vez por todas todo lo que sentía por ti, sigue en mi memoria la sorpresa en tus orbes doradas al verme desde tu ventana, parado fuera de tu casa, creí que me preguntarías la razón por la que estaba allí pero en su lugar recibí un "¿Cómo conseguiste mi dirección Kuroo-san? " Seguro me tachaste de acosador, si supieras que tuve que rogarles a tu capitán y al chico de pecas hasta que uno de los dos aceptara dármela.

Una vez que la sorpresa quedo atrás, frunciste el ceño y enseguida cerraste la ventana, no sin antes pedirme que me marchara. Me negué, venia con un objetivo en mente y no me iría hasta cumplirlo, amenace con empezar a gritar tu nombre si no bajabas, no me creíste hasta que comencé a exclamar tu apellido a todo pulmón. En ese momento abriste la puerta y me introdujiste en tu casa alegando que molestaba a los vecinos.

Cuando subimos a tu habitación había iniciado con un "Tsukki..." dicho con gran firmeza antes de declararme, pero enseguida me había quedado quieto pasando una mano por detrás de mi nuca, pensando en que decirte mientras que tu mirada seria estaba inspeccionándome de arriba abajo poniéndome aun más nervioso, pero cuando te mire a los ojos y te dije "Estoy enamorado de ti. Realmente me gustas...mucho" tus mejillas se colorearon de tenue color rojo y trataste de evitar mi mirada, pero eso te hacía ver más adorable y casi en un tenue susurro después de un largo silencio me dijiste "A mi también me gustas" no hizo falta más palabras, ya que me lance a tus labios, había ansiado ese momento por un largo tiempo.

Y míranos, 8 años han pasado desde aquella declaración en tu habitación, 5 desde que entraste a la universidad y decidiste venir a Tokio a vivir, ahora ambos compartimos un departamento, es perfecto. Nuestros días de Voleibol han quedado atrás, pero eso no implica que no juguemos algunas veces solo para recordar viejos tiempos. Tú estás en último año de universidad mientras que yo tengo un trabajo como bombero, no sé cómo termine haciendo eso pero me gusta.

Todo este recuento de nuestra vida vino a mi mente mientras tomaba un sorbo de mi taza de café, al mismo tiempo que veo por el rabillo del ojo a nuestro gato blanco, que se dirige a la sala, específicamente al sofá donde estas sentado. Recuerdo cuando lo encontré abandonado en una pequeña caja de cartón en la calle, al principio no te había agradado la idea de adoptarlo, traté de utilizar mis encantos junto con el gato para hacer que lo aceptaras, pero seguiste sin ceder y me pediste que me llevara al gato si yo no quería dormir en el sillón, y vaya que lo cumpliste, esa fue la semana más incomoda de mi vida. Pero al final te acostumbraste a su presencia y ahora descansa plácidamente en tu regazo siendo acariciado mientras lees un libro. Genial, ahora el gato recibe más mimos que yo. "Maldito felino traidor" masculló para mis adentros. Aunque no tiene caso ponerme a pelear con un gato, después de todo yo lo traje a casa además que si llego a mencionarte aunque sea de broma que le das mas afecto a ese gato que a mí, probablemente me dirás que soy "patético" por encelarme por cosas tan tontas. Incluso ya puedo escucharte decirlo.

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