Después de 20 minutos dando vueltas y vueltas con el coche, encontramos un hotel que no estaba nada mal, se llamaba Ramada Vancouver Downtown.
Una vez aparcamos el coche en el aparcamiento, sacamos nuestras maletas y entramos al hotel.
Al entrar, fuimos a una enorme recepción que había justo en frente de la puerta, había una gran barra negra que llegaba desde una parte de la pared a la otra, a la izquierda había una gran escalera roja que me imagino que subirá a las habitaciones, y a la derecha unos sillones blancos y negros con una pequeña mesa central. Nos pusimos detrás de una pareja que estaba hablando con el señor de la recepción.
- Por favor pasad por aquí y os voy atendiendo yo- Nos dice un señor que estaba justo al lado del que estaba hablando con la pareja que estaba delante nuestra.
Rachael y yo nos dirijimos hacia donde estaba el señor y le saludamos.
- Bueno decidme- Nos dijo el señor.
- Nos gustaria pues... reservar una habitación para esta noche, sabemos que es muy precicpitado pero nos conformaremos con la que tengais libre- Le dijo Rachael al señor.
- Pues estais en vuestro día de suerte, nos quedan unas cuantas habitaciones libres, tengo una que tiene dos camas y un baño.
- Esa estaría muy bien- Le dije yo sonriendo.
- Pues perfecto, serían 60 euros por noche, ¿ Cuántos días se van a quedar?
- Sólo hoy
- Vale, pues serían 60 euros, ¿Queréis añadirle el desayuno o la cena?
- No, muchas gracias desayunaremos y cenaremos fuera.
- Vale pues perfecto, vuestro habitación es la 206, subir por esas escaleras que hay ahí o por el ascensor que hay detrás de la culumna de allí hasta la 5 planta, y mañana antes de abandonar el hotel tendreis que pagar, estaré yo o alguno de mis compañeros, si teneis alguna duda solo teneis que preguntarme, mi nombre es David.
- Vale, pues perfecto, muchas gracias de verdad.- Dijo Rachael y después yo.
Nos despedimos de David, cogimos las cosas y fuimos hacia el ascensor.
Una vez habiamos llegado a la quinta planta, buscamos la habitación 206, hasta que la encontramos y entramos.
Era una habitación enorme con dos camas y un baño enorme, dejamos las maletas en el suelo al pie de las camas y nos tumbamos.
- Buah tía esto es flipante- Me dijo Rachael
- Y que lo digas. Oye tengo hambre y ya son las 14:00, que tal si vamos a comer y a ver un poco la ciudad y luego volvemos?- La dije a Rachael
- Perfecto, pero que no se te olvide que esta noche tú y yo vamos a salir por ahi, hay que aprovechar antes de empezar la Universidad.
- Rache, no empezamos hasta la semana que viene y estamos a lunes.
- Ya, pero no es nada y tenemos que hacer la mudanza y volver a casa a por algunas cosas que nos quedan por traer y también yo para hablar con Ben.
- Al final ¿Te has decidido?
- Sí, y creo que lo mejor va a ser que hablemos y lo dejemos aunque sea por un tiempo, Eli esque tu me conoces y sabes que yo no puedo tener una relación a distancia, y sabes que quiero a Ben más que a nada, pero hasta tu sabes que esto no va ni puede funcionar.
- Alomejor puede que no, pero si no lo intentais...
-No sé bueno vamonos que me muero de hambre.
Cogimos el bolso y salimos de la habitación, al bajar, buscamos a David, y una vez le encontramos le preguntamos que si conocía algún sitio para salir por la noche a bailar y a pasarselo bien. Nos indicó varios locales que estaban cerca y no tenian mala pinta, le dimos las gracias y salimos a la calle.
Estuvimos 20 minutos caminando hasta que encontramos un mcdonald y entramos, no estaba muy lleno asique no tardaron mucho en atendernos. Una vez nos habían atendido y dado la comida, nos dirijimos a una mesa que había justo al lado de una ventana y nos pusimos a comer.
Ya cuando habiamos acabado, nos dirijimos a la salida justo cuando me choqué con alguien que entraba.
-Oye mira por donde vas- Le dije levantando la cabeza para mirarle. Era muy alto, pelo castaño, ojos negros y guapísimo.
- Pero valla mira a quién tenemos aquí.- Dijo una voz cerca de mi justo al lado del chico con el que me había chocado.- Las inquilinas.
Sólo con oir sus últimas palabras supe que se trataba de Jason, el hijo de Rebeca.
- Jason- Dijo Rachael mirandolo.
- Pero si te acuerdas de mi nombre.- Le dijo Jason en un tono engreido a Rachael.
- Como para olvidarlo después de haber estado una hora escuchando a tu madre decir lo desesperada que estaba contigo es lo que toca- Le dije.
Jason me miraba con una mirada asesina y yo le sonreía.
.-En ese moento vuelvo a mirar al chico que está al lado de Jason, que está tirando una colilla al suelo.
- Soy Daniel.- Nos dice aunque sin dejar de mirarme.
- Yo soy Eli y ella es Rachael.- Le dije a Daniel.
Nos quedamos mirandonos durante unos segundos, tiene un piercing el el labio y me parece que otro en la lengua aunque no estaba muy segura y un tatuaje en uno de los brazos. Iba con una camiseta blanca de manga corta y unos vaqueros caidos.
- Bueno ee, nosotras nos vamos ya nos veremos si eso- Les dijo Rachael, yo seguía mirandolo hasta que me dí cuenta y me empezé a ruborizar rezando para que no se hubiese dado cuenta, pero mirando la manera en la que una pequeña sonrisa le aparecía en la cara, supe que se estaba conteniendo la risa y que se había dado cuenta. Abrió la boca para decir algo pero la volvio a cerrar.
- Bueno xao.- Dije abriendo la puerta.
Nos estabamos alejando cuando Rachael me paró.
- ¿Qué coño ha sido eso Eli?- Me preguntó Rachael con una mirada extrañada.
- Nada, ¿ Por qué?- La pregunté.
- Eli, a mi no me engañas he visto como os mirabais y como te miraba y tú también, parecíais a punto de quitaros la ropa ahí mismo.
- ¿ Tanto se ha notado?- La pregunté en un tono avergonzado.
- Si.- Me respondió ella con una risita.- Hay que admitir que el Daniel ese no está nada mal.
- Pues la verdad es que no.
- Asique te parece mono eeee?
- Rachael, no empiezes sabes que ese tipo de chicos no me van.
- Con tipo de chicos a que te refieres. ¿ A tíos buenos?
- No, a chicos así digamos tipo chico malo, no me van el tipo de tíos que te meten en líos y que te engañan con cualquier zorra que aparezca y se abra de piernas.
- Venga ya Eli si no le conoces.
- No, ni lo voy a hacer, y ahora vamonos para el hotel que tengo que llamar a mi madre y prepararme para esta noche si vamos a salir al final.
- Hombre que sí, ya nos tiene que pillar un coche que esta noche salimos seguro.
Esta bien. Fuimos al hotel por otro camino un poco más largo pero con un montón de tiendas en las que entramos para luego salir con las manos vacias.
Había que admitir que esto no estaba nada mal y que me encantaba.
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Always
RomanceUn viaje que cambiará todo. ¿ Estará Eli preparada para todo lo que se la avecina? Descubrelo en always el nuevo libro juvenil que te hará cambiar.