GUILLERMO P.O.V
Cuando me enteré unas horas mas tarde que Samuel había sufrido un accidente salí corriendo al hospital donde estaba siendo atendido, después de todo aún siento cosas por él y me preocupa que le haya pasado algo muy grave.
Todavía seguía sin noticias de Samuel. Nadie me decía algo y eso hace que tenga mis nervios a flor de piel.
Pasa un doctor frente al mio y lo persigo a que me dé respuesta de una vez.
— Disculpe, ¿Me podría decir en qué estado se encuentra Samuel de Luque?.- veo como revisa entre sus hojas y al mirarme con una cara que no expresaba nada no supe que pensar.
— El paciente despertó, tiene un fuerte golpe en la parte izquierda de su cabeza lo cual causó que pierda su olfato, no es nada grave, con el tiempo va a volverá a recuperar el sentido. Además de eso fracturas en la costilla derecha y en su pierna izquierda.
Lo demás está bien.- suspiro aliviado. No estaba del todo tranquilo, pero por lo menos no está en coma o no causó amnesia.—¿Lo-lo puedo ir a ver?.-
— ¿Qué es de Luque?.- la pregunta del año.
— Su amigo.- eso me dolió en el corazón.
— Lamento decirle que sólo pueden verlo familiares, pero puede esperar a el horario de visita que es dentro de 2 horas.- asiento y vuelvo a mi lugar al lado de Luzu y Lana.
— ¿Cómo está?.-
— Sólo tiene fracturas y perdió el olfato, pero no es para siempre.- ellos suspiran al igual que lo hice yo y luego se abrazan.
Son tan tiernos juntos y se notan que en verdad se aman. Ojalá me pasara eso a mi, en el sentido de tener a mi lado a la persona a la que amo.
— Willy, ¿Te sientes bien? estas pálido.-
— Si, sólo estaba nervioso por esto nada más.-
(...)
Ya era hora de entrar a verlo y la verdad que estaba nervioso.
Soy capaz de hacer alguna tontería y cagarla como el gilipollas que soy.
— Es hora de entrar.- suspiro y miro a la pareja que tenían una mirada cómplice, supuse que algo tramaban.
— Pasa tú Willy nosotros esperamos.-
Los miré extrañado y toqué la puerta, escuché esa voz que tanto ansiaba escuchar. Abro la puerta, lo que menos esperaba que estuviera ella.
— H-hola - estúpidos nervios. Ahora que hago, piensa Guillermo piensa - Creo que vuelvo más tarde, si, vuelvo más tarde así los dejo solos. - estaba decidido dejar esa habitación por razones de la vida él pide que me quede.
— Willy quedate, no nos molestas. - asiento con mi cabeza y me siento en una de las sillas.
Todo era un silencio incomodo, veía como ella acariciaba su mano y le sonreía a su novio.
De la nada Samuel le dice algo en su oído y ella me mira sorprendida.— Lo lamento, no me presenté. Me llamo Ashley, dime Ash.- mierda, ¿Cómo iba a competir con una chica tan hermosa?.
"Sonríe y sé cordial" me repetía mentalmente.
— Soy Guillermo, pero puedes llamarme Willy.- le doy mi mano, pero ella se para y me abraza.
Recibí el abrazo, algo incómodo, pero no me importaba porque Samuel sonreía como si no hubiera un mañana. Y amaba verlo así.— Gracias por preocuparte por Samuel.- me dice cuando se separa del abrazo.
(...)
Pasaba la hora de visita y lo único que escuchaba era las voces de Samuel y Ashley.
Si dijera que eso no me molestaba sería mentira, porque en verdad me molesta.
— Creo que es hora que me vaya, la pasé muy bien.- mentira - Espero verte pronto Ashley.- mentira.
— ¿No te quieres quedar un rato más Willy?.- claro, para verte como te estás besuqueando con el chico del que estoy enamorado, lo mas obvio del mundo, me quedaría todo el día, pero sin ti de por medio, querida.
— No puedo, tengo que salir con Benjamín.-
— Pero si la salida con ese chaval puede esperar, es mas importante tu amigo, ¿No?.- Samuel no me seas celoso por favor.
— Samuel voy a ser directo, no quiero interrumpir sus muestras de cariño ni nada por el estilo, así que prefiero irme, adiós. - los saludo con mi mano y no falta la sonrisa falsa sumándole la cara de desconcierto de la pareja.
(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)(͡° ͜ʖ ͡°)
She is Ashley, Acacia manda, man ♥
Nos leemos la próxima, chau chau ( ˘ ³˘)♥- Sophia ✨
ESTÁS LEYENDO
Guerra de atención. {Wigetta}
FanfictionSamuel de Luque y Guillermo Diaz en una guerra constante de atención. Un guerra que ambos con el tiempo ganarán.