Prólogo.

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Todo era guerra sin control, los signos Zodiacales corrieron a los libras por ser los más poderosos, al igual que los más destructivos, cada vez que se formaba el signo zodiacal de los libras en las estrellas, sus demonios se volvían más fuertes, esto sucedía cada siglo, al igual que con los demás signos.

Una noche en la batalla, Perla de signo zodiacal Aries, se dio cuenta que había un bebé agonizando, en plena batalla, invocó a su criatura, que era un hada; las hadas tienen poderes sanadores y se especializan en crear pociones mágicas, Perla le ordenó que curara al bebé y el hada así lo hizo, Perla buscó en qué parte del cuerpo del bebé estaba marcado su signo zodiacal, pero no lo encontró, decidió quedarse con aquel bebé, que llamó Tara, ella creció como una niña sana. Un día, cuando las estrellas formaron el signo de los libra, Tara se salió de control sin querer; como ella no sabía invocar a su criatura, lo único que ocurrió fue que ella atacó a su madre con sus poderes, que eran inusuales, desde ese día Perla sabía a que signo Zodiacal pertenecía Tara; libra, y le pidió algo muy importante, que no le dijera a nadie sobre sus poderes pero no le mencionó su signo zodiacal.

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