Me encontraba confundida desde aquella noche que ataqué a mi madre, no tenía ni la menor idea de lo que había sucedido, Lewis el hada de mi madre me dio una poción para debilitarme, hay una cosa que no entendí ¿por qué mi madre me había dicho que no tenía poderes destructivos hasta aquella noche?, ella me dijo que guardase el siguiente secreto "Tus poderes son inusuales y peligrosos, tú no puedes invocar criaturas" , ¿cuál es la razón por la que se supone que tengo poderes "inusuales y peligrosos" si se suponía que era Aries, con poderes que no sirven para la batalla, algo me escondía mi madre, de eso estaba segura, recuerdo que una vez le pregunté a mi madre por qué mataban a un bebé, ella no me respondió, así que decidí buscarlo por mi cuenta, en el lugar más confiable de conocimiento que puede existir, la biblioteca.
La biblioteca de mi pueblo me daba escalofríos, mas bien todas las construcciones de mi pueblo me daban escalofríos porque sólo yo no podía entrar en ellos, había un campo de fuerza en cada uno de ellos, no entendía por qué si vivimos en completa armonía, pero mi madre le dijo a Agnus, un longevo sabio que invoca búhos con la capacidad de ver el futuro, que me hechizase para poder traspasar el campo de fuerza que protegía cada construcción, y así fue, Agnus era sagitario por cierto.
La biblioteca era uno de mis lugares favoritos del pueblo, porque por fuera aparentaba ser muy pequeña, pero cuando entrabas era gigante, cada libro que abrías representaba lo que describía, te introducía en un pequeño mundo y cuando dejabas de leer volvías al mundo real, a mí me interesaba saber un poco sobre la razón por la cuál matan a algunos bebés, no tenía idea de qué libro buscar, así que le pregunté a Agnus que se encontraba ahí, leyendo como siempre.
-Hola Agnus, ¿sabes en qué libro puedo encontrar la razón por la que matan a algunos bebés?-sentí un poco de temor cuando le pregunté, no sabía si lo que buscaba era malo, ya que se trataba de la muerte, y yo estaba un poco pequeña para preguntar algo así, él era de pocas palabras, así que sólo me señaló hacia un área que decía "El signo del zodiaco prohibido"-¡muchas gracias Agnus!-agradecí, pero el no se inmutó.
Entré a esa zona, ví un signo zodiacal que no conocía, al parecer eran dos balanzas las que lo representaba, decía libra, el encabezado del libro que me atrajo la atención decía "Razones por las que no existen los libras en nuestras tierras", lo abrí, busqué en el índice y lo primero que encontré fue lo que buscaba "Razón por la que matamos a algunos bebés", busqué el número de la página y comencé a leer, decía lo siguiente; "Muchos de ustedes se ahogaban en la ignorancia hasta ahora, algunos bebés son ejecutados porque nacen con la marca de los libra, ellos son capaces de invocar demonios, son los más peligroso que pueden existir, al igual que los más poderosos" mientras leía esto el libro representaba criaturas diversas y espantosas, un clima muy caliente y había llamas de fuego por doquier, "si algún bebé fuera libra y no es ejecutado podríamos condenarnos a nuestro propio fin, los libras están llenos de maldad pura, sólo un libra puede vencer a otro libra, ni aunque juntemos el poder de todos los signos zodiacales seríamos capaces de vencerlos, sólo esto sería posible si las estrellas coinciden formando cada signo zodiacal en una sola noche, sin embargo, una desventaja sería que igual aparecería el signo zodiacal de los libras, igualando el poder de todos juntos" apareció una gran llama de fuego enfrente de mí, sentí temor, pero no quería parar de leer, estaba sudando, mi temperatura subió hasta que alguien me puso su mano en mi hombro, interrumpiendome, provocando que la representación del libro desapareciera, me sentí aliviada.
-Tara, ya te informaste más de lo que debías-conocía esa voz, era la de mi abuelo, Teodoro, Aries como mi mamá, él deambulaba en la biblioteca siempre, si lo necesitabas, allí lo encontrabas.
-Hola abuelo, sólo quería saber un poco más acerca del signo zodiacal prohibido-dije un poco nerviosa, creí que me había metido en problemas.
-Tara, ya no quiero que entres a esta sección, ¿entendido señorita?-mi abuelo me lo dijo con firmeza, yo sólo asentí, con un poco de mis poderes lo distrajé y me guardé aquel libro en mi mochila, era algo pesado-Ahora será mejor que te vayas a tu casa-dijo mi abuelo.
Había otra cosa que no entendía de mí, ¿por qué no podía crear portales que me llevasen a lugares comunes, como a mi casa por ejemplo?todos los demás sí pueden, tenía que irme caminando y era odioso por las criaturas que invocan los capricornio, unos duendes molestos que no son de batalla, sólo sirven para la agricultura y son manipuladores, siempre intentaba evitarlos, pero era casi imposible.
-Hey tú, Tara, Tara-era uno de ellos hablandome, intenté ignorarlo pero no pude.
-¡¿Qué quieres!?-le pregunté muy desesperada.
-Nada, sigue tu camino-era obvio que no me dejaría en paz para seguir mi camino-Tara, Tara, Tara, Tara.
Quería darle una patada, pero me contuvé-¿Qué se te ofrece pequeño ser insignificante?
Él me respondió algo que me molestó mucho-La insignificante eres tú, por ser la única que no sirve para invocar criaturas, cambiando de tema ¿me amarras mis agujetas?-como lo había mencionado, eran manipuladores, era uno de sus poderes, se las amarré y al momento me alteré-¡Maldito no tienes idea!- en realidad me sentía como una inútil al no poder invocar mi criatura, mi madre me había prohibido usar mis poderes, pero yo los usaba de vez en cuando a escondidas, sólo cuando era necesario, corrí lo más rápido que pude, me salí del pueblo y me senté bajo la sombra de un árbol, y me puse a llorar, no tenía autoestima gracias a que no podía hacer portales e invocar mi propia criatura.
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Criaturas Zodiacales
RandomSipnosis. En un mundo de magia, cada persona que nace, siempre lo hará con la marca de su signo del zodiaco, cada signo zodiacal invoca a una criatura, pero en este mundo, destituyen a los libras porque ellos invocan demonios; hasta que Perla encuen...