Criaturas Zodiacales

Hoturan.

Me dormí en aquel árbol, cuando desperté ya había oscurecido, opté por regresar a mi pueblo, pero antes decidí echar un vistazo a aquel libro, abrí una página al azar y apareció una imagen de un signo, el pie de página decía "éste signo pertenece al zodiaco, se cree que las personas con éste signo sólo se reproducen entre ellos mismos, sólo una cosa; todos lo desconocen porque los libras los aniquilaron".

Lo dibujé en el tronco del árbol en el que me había acostado y la tierra bajo mis pies se abrió provocando que me cayera, pensé que moriría por la caída, pero una criatura me atrapó en el aire, parecía un caballo, sin embargo, éste tenía unas grandes alas y era pelinegro, en fin, se dirigía directo a un agujero azul y morado brillante, jamás había visto algo así hasta aquel día.

Aterrizamos sin problemas, me sorprendí mucho, había gente a mi alrededor y no me quitaban los ojos de encima, además había más caballos con alas, me puse nerviosa, una señora de cabello negro y tez pálida se acercó a mí y grité -¡Alto, no me hagas daño!

-¿Hacerte daño?- preguntó extrañada aquella mujer -tú fuiste quien llegó a nuestro pueblo, no esperaba visitas...

-Dis... Disculpa, pero... ¿quién eres?- cuestioné nerviosa.

-La pregunta aquí es quién eres tú y cómo llegaste hasta aquí- afirmó ella.

-Soy Tara, yo... yo dibujé un signo en el árbol, la Tierra se abrió y una criatura me atrapó en el aire - aclaré, mi corazón latía muy rápido.

-Pegasos, son pegasos y dime ¿dónde viste el signo que dibujaste en el árbol?- seguía interrogandome, ¿a caso ellos serían los que de supone que murieron a causa de los libras?

Empecé a sacar conclusiones precipitadas, ¿ésta gente será mala y me utilizarán para salir de aquí abajo de la tierra? o ¿se esconderan de los que viven arriba de ellos por alguna razón?

-Disculpa, ya tardaste en responder- la mujer interfirió en mis pensamientos e intenté idearme un plan para escapar.

-¡Hey miren, ese pegaso muere!- voltearon pero había algo que no pensé, todos me rodeaban, me ví como una tonta.

-No te haremos daño, no temas, de los que deberías temer es de tu gente Tara-dijo la mujer, le creí porque mi madre me había ocultado muchas cosas, pero aún no estaba segura.

-¿Y por qué le debería temer a ellos?- pregunté esperando un buen argumento para creerles e indagar más.

-Tara... Ya veo... eres libra... eso es interesante creí que no regresarían hasta "La Noche", ¿hay guerra allá afuera? ¡¿alguien te vio entrar!?- me preguntó alterada.

-¡No hay guerra! Y... estaba sola en el bosque, lo más probable es que nadie me haya visto entrar, y... ¡y tú no respondiste a mi pregunta!- grité desesperada porque me había dicho que era libra, no sé si me sentí especial pero quería saber por qué me lo había dicho, pensé que mi duda estaría de más, así que callé.

-Dices que... Lo más probable es que nadie te haya visto... ¡Draco, ve arriba y revisa el área!- ordenó la mujer al pegaso, siguió sin contestar mi pregunta sentía mucha curiosidad y ansiedad-Tara...- suspiró -eres ingenua, sólo nosotros los capricornios conocemos los tipo de ojos de los libra, pero Tara, tú no eres cualquier libra.

Me quedé boquiabierta, ¿yo un libra? ¿a caso sería una asesina como el libro lo decía?, ahora todo tenía sentido, mi madre sabía mi signo, pero no me lo dijo ni a nadie más por temor a que me mataran, algo era obvio, Agnus sí sabía mi signo del zodiaco.

-Disculpa... No te has presentado- dije a la mujer que pertenecía al anonimato.

-Te he estado esperando, Alex muestrale a Tara nuestro pueblo- indicó.