Odio levantarme temprano para ir al colegio, en fin, me queda poco para terminar, resignación queridos. Lo único que me motiva es que veré a Esme, esa pequeña estúpida.
Me levanto para darme una ducha rápida, alistarme y salir corriendo para alcanzar el bus: mi rutina diaria, me encanta sentir esa adrenalina. Sonrío ante mis tontos pensamientos.
Esta vez era más tarde de lo normal al salir de la ducha.
¡Oh Dios! ¿7:18 a.m.?
¡Maldita agua caliente de la mañana! A una no le dan ganas de salir con este frío.
Felizmente en mi colegio tengo una forma libre para asistir... ¿felizmente?¡¿Ahora qué me pongo?! Vale, no hay que hacer drama, esta no es una vida normal, mucho menos digna de una historia, en las historias así, la chica perfecta siempre es puntual, sale recién maquillada, un peinado de salón y un outfit que mejor ni menciono.
Está bien, está bien, quedó claro que mi vida es un desastre...
— ¡Nora! ¿Qué esperas? Son las 7:25, ¿ya viste la hora? ¡El bus pasa en 5!
Dios... Mi mamá.
— ¡Mamá, ya bajo! Me estoy cambiando...
Digo lo último en voz baja para que no oiga, pero aún así lo hace, ¡Dios mío! Su oído es mejor que el de Marley.
Escucho sus pasos en las escaleras, la adrenalina aumenta un 50% y acelero.
Jean negro rasgado, camiseta de The Rolling Stones color gris oscuro y encima una camisa roja a cuadros, Converse grises y un moño ligeramente despeinado en la cabeza.
7:30 a.m.
Un golpe en la puerta hace que me sobresalte.
Marley salta de mi cama y se sienta frente a mí viendo como mi madre entra por la puerta de mi habitación.
— Hija por Dios, Paris está lista hace 10 minutos, ¿qué haces aún aquí? El bus está en un minuto al frente...— Su reproche es interrumpido por el clásico sonido del claxon, el bus está abajo. Los ojos de mi madre se abren viéndome fijamente.
— ¡Apúrate!
Baja corriendo. Pongo mi mochila sobre mi hombro, una que otra cosa más, mi celular, mis audífonos y estoy lista. Bajo apurada.
Paris está subiendo al bus, yo subo tras ella.
Al parecer hoy Esme no viene en el bus, va, lo olvidé, su padrastro se ofreció a llevarla al colegio para entablar una mejor relación con ella. Esme lo odia desde que su padre las dejó por su culpa.
Me siento en uno de los asientos de atrás junto a Paris, coloco los audífonos en mis oídos y escucho "Paradise City".
Durante todo el camino hacia el colegio observo de reojo a Paris mover su cabeza de un lado a otro y tarareando alguna canción, de seguro es la misma del otro día: Pop Goes The Weasel. Vale vale, es raro. Admito que fue mi culpa, estaba leyendo el origen de Laughing Jack y se me dio por escuchar la canción, Paris estaba ahí y no la para de cantar, incluso en la noche, asusta.
Llegamos al colegio, ¡Dios, al fin! Dejo a Paris en los salones de Primaria, y me dirijo al patio de Secundaria.
— ¡Esmeralda, amiga mía!
Grito hacia Esme, quien se encontraba sentada en una banca del patio principal.
— ¡Cállate y ven estúpida!— Tan amorosa como siempre Esme.— Escúchame, mi nombre es Esme, no Esmeralda, pequeña, dulce y tontita Nora. No me gusta que me estés gritando así y mucho menos cuando... Ujum... Mira disimuladamente hacia tu derecha, al lado de la oficina de profesores.— susurra.
Mi impulso de exorcista me tienta, voltear como si me dislocara el cuello sólo para molestar a mi adorable mejor amiga. Pero no lo hago. Cuando actúa de tal forma es código Azul: Chicos guapos.
Intento voltear de la forma más sutil posible.
Uff por Dios... ¡Pero qué buena vista!
Ya entiendo por qué Esme no quizo que grite en pleno patio. Tres hermosos dioses griegos están parados frente a la oficina de profesores, ¿quiénes serán? No los había visto antes. No puedo describirlos porque me demoraría una vida. Me muerdo el labio y les lanzo una mirada sexy demasiado exagerada.
— ¡Nora! ¿Qué haces?
Esme ríe exageradamente ante mi reacción, felizmente no me vieron, hubiera muerto de vergüenza y mis mejillas explotarían de tanto calor.En serio... ¡Qué buena vista!
El timbre toca, 8:00 a.m.
E ingresamos al salón de clases.***
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Normal o Diferente.
Teen FictionNora Rose Davis Moore. 17 años. Una pregunta que responder: Realmente ¿soy una chica normal... O diferente? Habrá que averiguarlo. -LeónChumpitaz.