Pero yo solo soy una extraña. Me atreví a ir al restaurante de mi tía después de 2 años intensos de estudio.
Al entrar vi el entorno y ambiente y era un poco tenso ya que habían bajado las ventas, ya que mi tía había estado embarazada y ahora cuidaba a mi primita. Estaba platicando con mi primo Mark sobre su casamiento, y se escuchó la puerta, mi primer reacción al verlo ahí parado enojado fue alejarme pero mi primo me detuvo y dijo:
-Quedate, necesitó tu ayuda- me quede confundida ¿Ayuda en que?
Se acercó el amigo supuestamente de mi primo furioso y se sentó al lado mío. No me atrevía a verlo. No puede ser.
-Que onda, hermano, ¿Que paso ahora?- Dijo molesto mi primo.
- Todo pasó, pero no quiero hablar de ello en este momento.- Dijo el amigo de mi primo
Voltee a verlo ya que me ignoraban obviamente no se iba a dar cuenta de que lo miraba. Lo miré. Y era él.
-Hijo, tenemos que hablar, no pudiste irte así. -Dijo el señor
- Abuelo dejame en paz en este momento, solo te aceptaré aquí si tomamos algo y hablamos de otra cosa.- Dijo en tono amoroso
-Hijo... Pero- Dijo su abuelo
-Nada! No quiero hacer una escena aquí- Dijo molesto, y se quedaron serios ahí, hasta que llegó mi primo y les trajo unos tragos.
- Hija, hace bastante tiempo que no te veía, ¿Haz tomado mi consejo?- Dijo el señor directo hacia mi. No podía creer que me recordara y mucho menos que me hablará. No conteste. No podía.
-Abuelo no le hables a una extraña- Dijo. Qué. Es tan egocéntrico.
- No he podido llevar a cabo su consejo, señor- Dije y él se me quedo viendo impresionado ante mi respuesta.
-Vaya hija, aprende a ella, hijo, ella si me escucha- Dijo en forma de burla. Se rieron.
- Bueno, Hola, extraña, soy Mauricio- Me quede estática.
- Hola, yo soy la extraña- Dije riéndome ante su apodo. Y me fui.
Al cerrar la puerta, escuche las risas de mi primo
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Miradas Frías
Teen Fiction¿Sabes lo que mas me llamo la atención de ti? Tu mirada fría e insensible hacia mí.