Capitulo 2

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Desperte a las 5:43am, 13min despues de lo que habia prometido. Mire por mi ventana y me deslumbre con los primeros rayos de sol de la mañana, las calles se veian opacas, con una tranquilidad impropia, escuche cantar a los ruiseñores que se encontraban cerca. El ambiente me recordo a una de las escenas de "La Cenicienta" , donde las mujeres son tan estupidas como para dejar que su talla de calzado les defina la vida (Aunque debo admitir, que con ratones parlantes la vida seria mucho más interesante :v). Salté de la cama y me fuí directo al cuarto de baño, en ese momento sonaba "Sugar"  de Maroon 5, una de las canciones favoritas de Elena, salí de la ducha justo en el momento que la canción terminaba. Me vestí con una camiseta blanca con el simbolo de paz y amor, unos jeans holgados y unas converse rojas. A los cinco minutos, ya había bajado las escaleras. 

Tomé una manzana y un vaso de leche mientras esperaba a mi padre. Miré el reloj de la cocina 6:04am. Al parecer mi padre tardaria más de lo previsto. Terminé mi manzana y fuí directo a la sala de estar la cual era increiblemente moderna, tomando en cuenta que la había decorado mi padre, aunque claro, con un poco de mi ayuda. Había sofas de cuero negro en el centro, adornos de vidrio y plata en las mesas bajas y las coloridas pinturas de Elena que resaltaban por todas partes. Había un rincón en especial, al cual mi padre había llamado "Il santuario della musica" , y como su nombre lo indicaba, estaba repleto de instrumentos musicales; El piano de mi madre, las guitarras de mi padre y mis violines. Tomé a Vivaldi, que era como llamaba a mi violín favorito (Ya sé, es estúpido, pero YOLO), y comencé a tocar "My Inmortal" de Evanescence . Dejé que su dulce melodía me envolviera en una danza imaginaria, cerré mis ojos, me encantaba tocar, no me importa si ya lo dije antes, sentirse uno con la música es como fuego que te quema las venas y te hace actuar por instinto, tanto que se convierte en una necesidad, esa necesidad de tocar y nunca detenerse. Es lo más relajante que hay en este miserable mundo de cabeza, el sonido del piano, el violín, la guitarra y la bateria. No había nada mejor. La canción terminó y dejé a Vivaldi en su sitio.

-¿No te parece extraño que siempre te encuentre tocando?- Dijo mi padre a mis espaldas, me volví para mirarle. Hice una mueca de conformidad.

-No del todo, tomando en cuenta que siempre estoy tocando.- Dije.

- Te pareces tanto a tu madre.- Me miró divertido, con una sonrisa que desaparecia en la comisura de su boca, parecía casi nostálgico. Hubo un corto silencio.

-¿Puedo teñir mi cabello?- Pregunté sin mas, como si se me acabara de ocurrir la idea (Que así era). La expresión de mi padre cambió, ahora parecía sorprendido, y a la vez alterado.

-¿Para qué? Así estas bien.

-Quiero parecerme más a mamá.- Mi padre rió por lo bajo, me miró divertido y tocó su cabello.

-¿Debo teñirlo yo también para que te parezcas a mi?- Hizo un puchero.

-¿Ya con Elena no tienes suficiente?

-Elena tiene el cabello negro.

-Pero se parece a tí.

-Y tu te pareces a tu madre.

-Pero mi cabello es café.

-Hmmm... Touché- Alzó una de sus pobladas cejas.

-¿Entonces si?- Pregunté esperanzada. 

-¿Beethoven era ciego?- Preguntó de vuelta, evadiendo mi pregunta. 

-Eeeehh... No- Respondí y mi padre alzó nuevamente una ceja. Pasaron unos cuantos segundos antes de darme cuenta de la trampa.- ¡Papááá! :C 

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2016 ⏰

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Efecto Tornasol *Castiel* (CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora