#1- She Is... «HenBer»

Capitulo 7

Antes de ir a continuar con la grabación del comercial, Amber se dirigió a la casa de su madre, su antiguo hogar. Necesitaba hablar con ella como cuando era adolescente, como cuando, luego de olvidarse que su madre la obligaba a actuar en comerciales, novelas, etc, ambas podían hablar de madre a hija, incluso como si fueran amigas.

Hacía mucho que ella no visitaba su antigua casa, no era por mala sino porque siempre estaba ese pequeño inconveniente que tenía que evadir de alguna forma. Amber se quedó unos minutos mirando los cuadros de fotos que estaban en la entraba, la mayoría eran de ella y su hermana. Una en particular le llamo la atención, en esa foto estaba ella a la edad de 10 años portando con orgullo su primera skate. Los recuerdos que creía olvidados comenzaron a surgir, después de recorrer toda la casa para asegurarse de no haya nadie, fue corriendo a su antigua habitación y saco de una cajonera junto a su cama un álbum de fotos. Allí se encontraban las fotos que siempre tomaba con sus amigos cuando solían andar en skate. Después de una ardua búsqueda encontró lo que tanto necesitaba.

Unos minutos después escucho la puerta siendo abierta, Amber guardo las fotos a máxima velocidad pero aun teniendo extremo cuidado y fue escaleras abajo para poder darle la bienvenida a sus padres con un fuerte abrazo. Luego de una cálida charla recompensando el tiempo en el que Amber no visitaba la casa, su padre se retiró para realizar lo que sea que tenía en mente. La rubia, al estar a solas con su madre, por fin pudo desahogarse.

Se tomó todo su tiempo para decirle a su madre todo lo que le estaba pasando en esos momentos, por suerte ese día solo tenía que ir a la sesión de fotos para el catalogo así que tenía tiempo de sobra.

-Me siento mal por haberte insistido en que hicieras el comercial- Amber veía como la cara de su madre se formaba en uno de tristeza. De inmediato, ella tomo su mano para reconfortarla.

-Mama no es tu culpa, solo no lo sabias. Pero creo que puedo controlar todo.

-¿Segura? Porque, tal vez, pueda convencer al director que busque a otra actriz, me costara bastante dinero pero...

-¡No! Mama, yo puedo hacerlo, no tienes que preocuparte. Tendré que darle una oportunidad, como prueba.

-¿Podrás lograrlo?

-Sí.

-En estos momentos me siento la peor madre.

Amber veía en los ojos de su madre mucha preocupación, pero estaba segura de que podría resistirse ante él.

Intentando olvidar cada pensamiento que rondaba por su mente, la rubia abrazo a su madre dándole la misma seguridad que estaba sintiendo en esos momentos.

*****

Luego de visitar a sus padres, Amber se encontraba en el lugar asignado para la sesión de fotos. La maquillista se estaba encargando de dejar la cara de la rubia digna de una sesión de fotos tan importante, aunque para ella no era nada más que cualquier cosa. Nunca le tomaba mucha importancia a las marcas y ni siquiera sabía que la que estaba promocionando existía hasta que su madre le hizo saber de su existencia.

Amber cerró los ojos por un momento, permitiéndole pensar con calma sobre todo lo que sucedía. Cuando abrió los ojos parecía como si se hubiese transportado hacia el futuro, porque allí se encontraba en escena posando naturalmente, frente a ella la fotógrafa y junto a ella Victoria sonriéndole.

-¡Perfecto!- escuchaba como la mujer seguía tomando fotos y la rubia aún no se daba cuenta en qué posición se encontraba. Veía como Victoria le mostraba los dedos pulgares en forma de apoyo- Muy bien ya terminamos.

-¿Ya?- aún se preguntaba cómo había llegado hasta allí en solo un parpadeo y solo tuvo una respuesta ante todo eso: sonámbula. Era lo único lógico que se le ocurría en la cabeza.

-Veo que alguien se emocionó con la sesión- hablo Victoria, se acercó a mí y comenzó a acaricia mi cabello, también tenía una mirada de orgullo o algo por el estilo, como si yo fuera su hija o hermana menor- Te ves muy bien con el cabello corto.

-Gracias... ¿Estuve bien en las fotos?

-Increíble, tenías muchas poses demasiado naturales aunque perfectas para la temática.

-Gracias por estar aquí, pero... ¿Por qué?- por lo que Amber sabía esta sesión era solo para ella, y Henry no estaba cerca, así que no encontraba razón para que Victoria este allí.

-En parte porque Henry me envió para vigilarte pero la mayor parte era para darte apoyo- la mayor comenzó a ver a su alrededor para volver a mirar hacia Amber- por lo que veo soy la única que vino solo a verte.

-Hm- asintió- Luna se está encargando de un proyecto atrasado, al igual que el resto de mis compañeras.

-Ya veo.

Un silbido se escuchó salvándolas del silencio incomodo, cuando ambas encontraron de donde provenía el sonido vieron a la fotógrafa indicándoles que se acercaran.

-¿Lista para ver tus fotos?

*****

Por fin, Amber había llegado a su pacifico departamento para descansar, el trabajo de hoy la tenía muy agotada y aún tenía que subir una foto a Instagram para promocionar la marca, aunque eso era tarea fácil. En la puerta pudo encontrar un sobre, al levantarlo vio que era la boleta de pago.

En sus manos se encontraba lo que tanto temía que llegara y aún no había recibido su pago. El rubio tomo su teléfono y marco el número de su madre para hablar sobre ese asunto.

-Amber ¿Paso algo?

-Ma, ya llego la renta y aun no recibí mi paga ¿Qué hago?

-No te preocupes, en la noche me la das en el set de filmación y yo iré a pagarlo, cuando recibas tu sueldo entonces te lo descontare.

-Había olvidado por completo que hoy tengo que grabar...- un suspiro de cansancio salió de los labios de Amber- De acuerdo hoy te lo entregare luego de reunirme con Henry.

-Te escucho cansada ¿Podrás actuar hoy?

-Mientras más rápido lo termine, mejor.

-De acuerdo, pero no descuides tu salud... Y Amber, espero que te valle bien con Henry hoy.

-Gracias, mami. Iré a dormir un poco, luego nos vemos. Te amo.

-Yo también mi niña.

Luego de colgar la llamada, se dirigió a su habitación y se recostó en su cama con una media sonrisa en su rostro. Amber no solía tener muchas charlas con su madre pero cuando sí, siempre sentía mucha calidez hogareña que solo la familia te puede proporcionar, también aquel amor de madre que la hacía sentir muy reconfortable.