Crossover (1/2)

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Antes de empezar, quiero decirles que muchas muchas gracias por los 3k, llevamos poco tiempo y hemos crecido muchísimo. Esto es el especial. Es un capitulo cualquiera, es decir, un capítulo que no influye en la trama de la historia, solo lo escribí porque he visto que a muchos les gustan otras series y de esto se trata.
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La Princesa de Mewni estaba sentada en la cocina con su novio comiendo Nachos, su comida favorita de la Tierra, cuando tocaron al timbre. Marco iba camino a la puerta, pero su madre lo interceptó:

–Tranquilo– le dijo despreocupada– Yo me encargo, sigan comiendo.– Y entonces él regresó a la cocina a complacer a su novia.– Marco...– se escuchó la voz de la Sra. Díaz desde la puerta.–... Aquí hay unos jovencitos que los buscan a ti y a Star.– Ellos se dirigieron a la entrada y no tenían idea de quienes eran esas personas. Era una chica y el que aparentaba ser su hermano gemelo. La chica llevaba un suéter de gatitos. El chico llevaba un diario en sus manos. Al verlos, la chica sonrío.

–Star Butterfly, un honor...–le tendió la mano el chico.– Soy Dipper Pines y ella es mi hermana Mabel.– la chica, Mabel, sonrío y saludo con la mano.

–¡Hola! Soy Mabel. Aunque eso ya lo sabías. ¿Esos son Nachos?– dijo mirando por el hombro de Star. Su hermano le dio un codazo.– Perdona, Dipper.

–Marco Diaz...– dijo Marco estrechándole la mano a Dipper.– Pasen.

–Bonita casa...– dijo Dipper. Mabel empezó a actuar como una niña pequeña y no paraba de rogarle a Dipper "¿me das Nachos?". Eso pareció alegrar a Star, que actuaba de la misma manera.

–¿Quieres Nachos? ¡Amo los Nachos!– le dijo a Mabel llevándola a la cocina. Se hicieron amigas al instante. Marco le hizo una seña a Dipper para que tomara asiento.

–¿Qué necesitas, Pines? ¿Te molesta si te digo Pines?– Dipper negó con la cabeza. "No, no te preocupes", fue lo que obtuvo por respuesta. Marco asintió.

–Marco, necesitamos tu ayuda y la de Star.– Marco le prestó atención.– En nuestro pueblo están ocurriendo cosas más extrañas de lo habitual. Hay... Una amenaza y el Diario tiene la profecía de los desconocidos Salvadores. Y ustedes...– dijo enseñándole una página del diario a Marco iluminada por una luz negra, la cual revelaba un dibujo de Star y él.– Lo son.– completó. Marco se quedó callado por un momento y luego decidió hablar.

–Primero dime una cosa, Dipper...– tomó un poco de aire antes de hablar– ¿Por qué los ayudaría si ustedes son unos completos extraños y ni siquiera sabemos si todo esto es una trampa?– preguntó un poco recriminatorio. Dipper suspiró.

–Porque nuestras vidas cambiaron repentinamente y nos enfrentamos a cosas que ni siquiera comprendemos. Y además...– carraspeó– tú y yo comprendemos lo que es ser el menos interesante.– completó entre dientes. Entonces Marco comprendió que Dipper se sentía menos al lado de Mabel, igual que él al lado de Star.

–De acuerdo. Solo... Tengo que preguntarle a Star si ella está de acuerdo con esto. Por cierto, ¿dónde viven?

–Un pueblito llamado Gravity Falls, Oregon.– Al escuchar el nombre, sin razón alguna, Marco sonrío. Entonces se dirigió a la cocina donde las chicas estaban comiendo Nachos y Star le mostraba su varita a Mabel.– Chicas...– dijo, al instante las dos voltearon.– Star, ven por favor. Mabel...– dijo apenado– ¿nos permites?– ella asintió y se fue dando saltitos, haciendo que las mangas de su sueter soprepasaran sus manos.

–¿Me ibas a decir que sí quiero ir a Gravity Falls para ayudad a Dipper y Mabel? Si es eso, entonces sí.– Marco se había quedado con las palabras en la boca.

–Pero, piénsalo... Son unos completos extraños y no sabemos a qué nos vamos a enfrentar allá afuera.– dijo señalando la puerta. Star suspiró.

–Marco, yo quiero ayudarlos, siempre ayudo. Siempre. Y ahora no es la excepción, por favor...– Marco sonrío enternecido y le plantó un beso en los labios. Ella sonrió. La tomo de la mano y se fueron al salón.

–Entonces...– dijo Marco– iremos con ustedes. No importa la amenaza. Siempre los ayudaremos.

–¿Nos vamos?– preguntó Star con emoción por emprender una aventura.

–No...– le respondió Dipper– Necesitamos a alguien más. Iremos por un amigo que tengo. Pero necesito tu ayuda Star. Necesito tijeras dimensionales.–Star asintió y se las entregó.– A Ooo...– dijo Dipper abriendo el portal. Entraron en él y aparecieron en una dimensión que parecía la Tierra. Pronto llegaron a una casa del árbol y Mabel llamó a la puerta. Un chico con gorro blanco abrió la puerta.

–Hola– saludó con entusiasmo– ¡Dipper! ¡Mabel!– entonces los abrazó y la cara de Mabel enrojeció como un tomate. Al separarse el chico tenía las mejillas igual que la cara de Mabel.– Oh... Lo siento. ¿Qué hacen aquí?– a penas se percató de que Star y Marco estaban a ahí.– Hola, soy Finn el human...– soltó una risita– Soy Finn.

–¿Por qué "Finn el Humano"?– preguntó Star. Extrañada.

–Veras... Soy en único humano en la tierra de Ooo. Y me llamó Finn.– dijo tontamente.

–Bueno...– dijo ella– Soy Star, Princesa de Mewni.

–Y yo soy Marco... El Humano.– dijo burlándose de Finn. Desde atrás se escuchó una carcajada y Finn se volvió. Entonces, de la nada salió detrás de Finn, un perro amarillo que al parecer hablaba.

–Soy Jake, ¿cómo están, compadres?– dijo el perro extraño mágico amarillo. Dipper le explicó todo el lío a Finn y a Jake, ellos aceptaron ayudarlos. Después de regresar a la Tierra, tomaron un autobús hasta Gravity Falls. Se subieron en él y dejaron atrás Echo Creek.

–Star...–le dijo Marco– ¿a qué clase de amenaza crees que nos enfrentemos?– ella se volvió hacia él y le sonrió.

–No lo sé, Marco...–recargo su cabeza sobre el hombro de su novio– No lo sé.– él la abrazó fuerte y así se quedaron profundamente dormidos.

–¡Chicos!– decía la voz lejana de Mabel.– ¡Chicos, despierten!– los dos abrieron los ojos y se encontraron con lo que parecía un pueblo en Apocalipsis.

–¡Bienvenidos....–se escuchaba a lo lejos una voz entrecortada– al Raromagedon!

De Diferentes MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora