No se que hora es, pues el insomnio me consume todas las noches y esta no es diferente a las demás. El silencio es mortal y la noche infinita. La oscuridad reina, y solo algunos borrachos y putas se atreven a vagar en ella, todos duermen a estas horas, y si ellos me vieran aquí, no entenderían la razón de mis noches en vela, pues, ni yo las comprendo. La espera se hace lenta y no logro, ni intento ya, conciliar el sueño. Lo único que me queda es plasmar mis pensamientos con tinta en un pedazo de papel, en estas noches eternas.