el dolor que siento al pensar que nunca más volverás a estar conmigo,
lo de pasarme las noches en vela se ha vuelto una manía, todavía tengo fe de que volverás y me dirás que me quieres una vez más cuando sé que no será así.
Ya no escucho tu risa,
ya no huelo tu perfume,
ni siquiera me veo reflejada en tus ojos claros,
ya no estás,
ya no estamos,
ahora tendré que beberme las penas sola,
escribir(te) sabiendo que no serás capaz de leerme,
mirar de reojo como te va la vida con ella o solo,
no lo sé,
decías que en las tardes es cuando más me echabas de menos,
a mí me tocó hacerlo en las noches,
la soledad tocando en mi ventana diciéndome que tal te va la vida desde que yo no estoy en ella,
lo contento que estás de que sea así y de que no haya sido lo contrario,
prometiste que te quedarías conmigo pasara lo que pasara,
no recuerdo ningún momento en el que no me hayas dicho que no me fuera,
me lo pedías de rodillas,
bajito,
al oído,
te quiero,
no quiero que te vayas,
qué pena que hayas sido tú el que me echó de ti,
por mí me hubiera quedado abrazada a ti llorando ya que sé perfectamente que ya no me quieres,
puede que nunca lo hayas hecho,
nadie sería capaz de hacerlo después de pisar toda mi ruina,
me sonreías como si todo marchara bien,
lo que yo no sabía es que ese iba a ser nuestro primer y ultimo abrazo,
contaba con más noches a tu lado,
contaba con nosotros,
con lo que nos esperaba ahí fuera,
con eso de nunca más pasar el dolor sola,
lo tuve que pasar,
te fuiste desde el primer día que viniste y yo sin darme cuenta...
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diehappy
Poetryletras, dolor, más letras. Twitter: lrguezz_ Llegaste un veintiséis de enero para irte un siete de febrero, en mi vida todavía son las 04:56 y me estás diciendo entre quejidos que tienes sueño.