Estaba en el jardín disfrutando de los rayos de sol, cerré los ojos para intentar relajarme...después de lo que había pasado estaba algo tensa.
-Anahí- Manuel se sentó a mi lado, abrí los ojos y sonreí
-El día está hermoso- volví a cerrar los ojos
-¿Paso algo en México?- lo mire
-¿Que? no ¿porque?- dije nerviosa
-No se, te noto extraña-
-Son cosas tuyas amor- le Sonreí
-Mi mamá me dijo que pasara por su casa ¿te vienes?-
-¿Te importa si me quedo?- hizo una mueca -Estoy algo cansada por el viaje y mañana tenemos trabajo-
-Esta bien-
-Dale saludos de mi parte-Manuel se fue y me quedé sola, por un momento pensé que se había enterado del beso pero eso solo lo sabíamos Poncho y yo así que no debía preocuparme por eso. Subí a mi habitación y busqué una cajita que tenía guardada, ahí habían muchas cosas pero coji mi diario ahí escribía mis pensamientos... Rebusque entre las páginas, era como volver a vivir cada momento, volví a sentir cada sentimiento, cerré el diario y lo guarde.
¿Que te está pasando Anahí? ¿Por que estas sintiendo esto otra vez? Sacudi mi cabeza, ¿A quién le estaba hablando? ¡yo soy Anahí!. ¿Que esta pasando en mi vida? yo amo a Manuel, me case...me casé porque lo amo Poncho es parte del pasado, no voy a revivir algo que está muerto, ese encuentro no podía afectarme, ni siquiera se si algún día nos volveríamos a encontrar.
Baje al estudio y tomé un libro, camine hasta el salón y me senté en el sofá para leerlo.-Amor, ya estoy aquí-
-Hola, ¿Como esta Lety?-
-Bien, ya sabes como es...quería verme para recordarme la cena que tenemos mañana-
-Irá perfecto como siempre- cerré el libro y le dediqué una sonrisa
-Sí, y más si tu estas a mi lado...- nos quedamos en silencio -Le voy a decir a Lapita que prepare cena para esta noche-
-Mi amor...- el se detuvo
- ¿Si?-
-Te amo-
-Yo también te amo bonita- retrocedió y me besó -¿Te apetece algo especial para cenar?-
-No, lo que tu decidas estará bien-Después de cenar fuimos a dormir, nos esperaba un día algo pesado así que teníamos que descansar.
El despertador sonaba eran las 7 de la mañana, me senté en el borde de la cama...como odiaba madrugar-Buenos días-
-Buenos días-Me levante de la cama y me meti en la ducha, me preparé y baje a desayunar con Manuel. Terminamos y fuimos a Tuxtla, Manuel tenía una conferencia para hablar de los destrozos que había dejado la lluvia en el estado y explico las mejoras que quería llevar acabo para evitar que se repitiera. Después de eso convivimos con la gente, hicimos un pequeño descanso para comer. Ahora era hora de preparar todo para la cena, volvimos a casa, descanse unas horas y empecé a prepararme. Ya estaba lista aún no me acostumbraba a este tipo de eventos sociales, un coche nos estaba esperando, durante el camino observé a Manuel...tan ocupado como siempre, ni siquiera me había dicho si me veía bien. Habíamos llegado, bajamos del coche, unas cuantas fotos, sonrisas...entramos y tomamos asiento, Manuel empezó hablar con el resto de invitados yo solo observaba y sonreía.
-Buenas noches a todos, bienvenidos a Chiapas, esta noche tenemos invitados, un aplauso a los actores de Sense 8 que nos visitaron para grabar una parte de la serie en nuestro estado-
¿Que? No...no podía ser, miré la mesa ahí estaba, no podía creerlo ¿Que hacía Poncho en este tipo de cena.
-Y por supuesto los invitados mas especiales Manuel Velasco, y como no su bellísima esposa Anahí de Velasco-
Me levanté y sonreí entre dientes...me sente rápido no quería ser el punto de atención, bebí un sorbo de vino. La cena transcurría con normalidad, estaba bastante aburrida no entendía nada de lo que hablaban, solo me limitaba a sonreír
-Con permiso, voy al servicio-
Me levanté y me alejé, durante el camino al baño todo el mundo me saludaba, se me hizo eterno, por fin llegue, suspire y deje de sonreir, rodé mis ojos y cuando mire vi a Poncho delante de la puerta
-¿Que haces aquí?- dije mirando a todos lados
-¿Te das cuenta? este no es tú mundo-
-Dejame pasar al baño, alguien nos puede ver-
-¿Y? ¿Tu esposo te prohibió hablar conmigo?-
-Basta! ¿Que pasa contigo caray? Me tratas como si fuera una desconocida-
-Lo eres-
-¿Sabes que? suficiente, quitate, dejame pasar-
-No-
-Poncho-
-¿Ya soy Poncho otra vez? No que Alfonso-
-¿Que quieres? ¿Que haces aquí? ¿Por qué diablos viniste?-
-Me invitaron y no quería perderme la oportunidad de ver a la mejor actriz de todo México actuando-
-Se acabó, no quiero escucharte- me giré para irme pero me agarró
-No quieres escuchar la verdad que tú misma sabes pero te niegas a escuchar-
-Alejate de mí- me solté de su agarre
-¿Eso es lo que quieres realmente?- se acercó a mi, estabamos muy cerca
-¿Seguro?- se acercó aún mas
-Si...- dije en voz baja, el beso mi cuello
-¿Y ahora?- me miró a los ojos separándose un poco
-¿Esta ocupado el baño?- apreció una chica
-Eh no...yo ya salía- Sonreí nerviosa y ella entro -¡No vuelvas hacer eso!-Salí de allí lo más rápido que pude, solo rezaba para que nada nos hubiese visto, me senté en la mesa y volví a tomar otro sorbo de vino
-¿Estas bien?- pregunto mi suegra
-Sí, hace un calor horrible ¿Verdad?-
-Bueno, un poco-Volví a tomar la postura de antes, una sonrisa...
Por fin acabó, Manuel y yo subimos al coche, borré la sonrisa el seguía ocupado mirando su móvil, llegamos a casa, me quite la ropa y me puse el pijama, Manuel se encerró en el estudio como casi siempre, me tumbe en la cama boca arriba mirando el techo-Por fin día libre- me arropó con sus brazos
-Sí aunque mañana tenemos que ensayar-
-Shh, no pienses en mañana, disfrutemos hoy- beso mi frenteEra tan feliz entre sus brazos...pero fue el quién decidió acabar con todo, fue él quie no luchó por nuestro amor y eso, eso causó que una parte de mi muriera. Sí tenía razón este no era mi mundo, no tengo ni idea de política, me parece un tema bastante aburrido, sí finjo que me gusta estar en los eventos, finjo mi sonrisa si y sí pero tras mucho buscar encontré a Manuel, él es un hombre ocupado pero me ama y me puede dar lo que siempre soñé una familia... Mi familia.
ESTÁS LEYENDO
El Hilo Rojo (Anahí Y Poncho)
Ngẫu nhiên*Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.* Nunca podrás escapar de tu corazón, así que es mejor que escuches lo...