El Hilo Rojo (Anahí Y Poncho)

Infidelidad.

-Se que me amas-
-No te lo voy a negar-
-¿Entonces?-
-Poncho, no quiero que lo nuestro me pueda afectar, tengo que estar fuerte para acabar com todo esto-
-Anahí, la vida nos esta dando otra oportunidad.. Yo te amo, siempre lo he echo, tardé en darme cuenta en cuales eran mis prioridades pero ahora que te tengo no te voy a volver a dejar ir, cuando todo acabe podremos estas juntos sin ocultarnos, podremos gritarlo al mundo...-
-Suena tan bonito-
-Será bonito...- acarició mis mejillas -No más sufrimiento entre nosotros, no más distanciamiento... Nos amamos- yo lo mire, rodee mis brazos en su cuello y lo besé, esta vez disfruté del beso...nos separamos
-Te extrañe tanto-
-Yo a ti más- me abrazó - Tenemos tantas cosas que hablar- yo sonrei
-Si, pero me tengo que ir... Mañana intentaré venir- me besó
-No sabes como me jode saber que Manuel te va a tocar, que te va a besar... Te quiero toda para mi- me apretó contra el
-Soy toda de ti- sonrió -Pero debo actuar- suspire
-No quiero que te vayas justo ahora que acabo de recuperarte-
-Tengo que irme, llevo dos horas fuera, te escribo en cuento pueda- acaricie su cara y lo bese
-Ten cuidado-

Acenti y salí ocultando mi cara, tenía que hacer una parada para cambiarme de ropa, paré de nuevo en el café y volví a mi casa, camine por el salón y llegué hasta la puerta del estudio, Manuel seguía ahí, estaba hablado por teléfono.

-¡Te dije que saldría mal! Ahora tengo que solucionar esto antes de que se descubra, no...no sabes con quien estas tratando, o soluciono esto o somos hombre muerto- colgó y caminó rápido yo corrí hasta el pasillo

-Amor ya llegue-
-Esta bien, tengo que ir a Monterrey volveré mañana, cancela todos los eventos que tenemos mañana, llegaré por la noche-

Subió a la habitación, escuche un portazo, después de un rato bajo con una maleta, ni siquiera se despidió. Esta era mi oportunidad, caminé hasta el estudio la había dejado abierta, busque hasta que encontré unos informes, no entendía nada así que le saqué foto a todo, deje todo como estaba y cerré la puerta. Subí a la habitación y llame a Poncho.

-No vuelve hasta mañana así que podemos vernos esta noche pero mañana tengo que estar aquí por la mañana, no me puedo fiar de nadie-
-Entonces será mejor que yo vaya-
-¿Y como vas a entrar?-
-Tú dejame eso a mi, pasame la dirección-
-Te la mando por mensaje-
-A las 9 estaré ahí-
-Vale-
-Te quiero-
-Yo también te quiero-

Estaba tan nerviosa, parecía una adolescente aunque en el fondo me sentía mal, estaba siendo infiel a mi esposo...no me merecía pero no podía evitarlo.
Poncho iba a venir y no sabía que iba a pasar...en realidad si lo sabía pero estaba tan nerviosa, me di un baño y le dije a Lapita que no me molestara, que estaba muy cansada asi que iba a dormir.
Ya eran las nueve, estaba impaciente... Mi móvil sonaba era el.

-¿Donde estas?-
-En el jardín, ven a buscarme-

Baje sin hacer ruido, entramos por el salón y subimos hasta mi habitación, cerré la puerta con llave, Poncho se quitó la chaqueta negra y el gorro que traía.

-Me siento como un adolescente colándose en casa de su novia sin que sus padres lo vean-
-Ah que somos novios?- rei
-¿Tu que crees?- me pegó a él
-Creo que somos amantes...- hizo una mueca
-Bueno, somos novios amantes-
-¿Novios amantes?- reí
-Si, hasta que te puedas separar de Manuel- me besó y se separó -Entonces estamos bien?- me preguntó
-Más que bien- Sonreí -Esta vez no me falles-
-No te voy a fallar Any-

Me tomó de la mano y me besó, estaba temblando el sonrió y acarició mis mejillas, retrocedimos unos pasos y me tumbo en la cama, el estaba arriba de mi, me miro...me sentía tan extraña, me besó, yo acaricié su espalda, la ropa empezaba a sobrar así que nos deshicimos de ella, y ahí estábamos una vez más entregándonos como nunca antes lo habíamos hecho, nos habíamos extrañado tanto, extrañaba sus besos, sus caricias esas que me estaba regalando ahora... Besó mi cuello y arquee mi espalda, estaba a punto de tocar el cielo
-Oh Dios...Poncho-

El me besó para callarme, si alguien nos escuchaba las cosas irían mal... Se acostó a mi lado y me pegó a el para arroparme en sus brazos, nuestra respiración seguía agitada.

-Ahora si somos amantes de verdad- el besó mi frente y yo sonreí
-Pensé que esto jamás volvería a pasar-
-Yo también lo pensé... Te extrañe tanto-
-Yo también a ti mi amor- acaricié su mejilla y el tomó mi mano para besarla
-Mi amor...me encanta escucharte decir eso- paso su mano por mi hombro, yo bostece -Tienes sueño?-
-Si...no sabes lo incómodo que es dormir y pensar que te pueden tocar-
-Descansa... Esta noche estarás entre mis brazos-

Lo miré y me incorporé para besarlo, volví acomodarme entre sus brazos y cerré los ojos, me sentía tan bien que el sueño llegó enseguida.

Alguien tocaba la puerta, abrí los ojos...Poncho estaba conmigo, no había sido un sueño. Reaccioné... Seguían golpeando la puerta. Dios mío ¿quien era? Estaba tan desorientada no sabía ni que hora era, Poncho abrió los ojos y yo tapé su boca, le hice una señal, empecé a vestirme al igual que el

-¿Quien?- grite mientras terminaba de abrochar mi pantalón