séptima sesión: Suicida

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-te encontramos en la cospide de un edificio de 25 pisos apuntó de saltar al vacío y dirigirte a una muerte segura, dime que esta pasando por tu cabeza, ¿no quieres vivir? ¿A que le estás huyendo? Quiero saber los motivos de esos actos.
-¿vivir? ¿a esto le llamas vivir? Prefiero estar muerto que habitar este mundo, prefiero morir por una tragedia que por un apocalipsis o extinción, no planeo seguir viendo como todos, prefiero ser de esos que mueren día con dia, es la mejor salida que tengo y prometo que lo haré, ya no voy a tener que ver como sufren todos, no planeó seguir aguantando mi sufrimiento como si fuera inmune a las heridas, como lo haces tú...
-¡silencio!, es suficiente no permitiré que me hables así de esa manera, tienes que tenerme un poco de respeto y ¿Qué es eso de acabar con tu vida? Tienes que vivir y no dejar que lo que esta pasando te afecte, sólo intenta seguir viviendo, todos luchamos por eso y tú llegas y la quieres echar por la borda, eso es algo que no permitiré.
-tú ya no tienes control sobre mi, soy libre de hacer lo que quiera y quiero liberarme del mundo y no lo vas a evitar, nunca te preocupaste por nosotros, ¿porque lo vas hacer ahora?, he estado completamente sólo toda mi vida sólo mi madre estuvo conmigo y acaba de morir por...
-espera, ¿qué acabas de decir? ¿Tú madre murió? Esto no puede ser verdad...
-¿por qué lloras? ¿Ahora tomas el rol de el mejor hombre del mundo? Tú no sabes nada, has estado tan metido en este proyecto que nos has olvidado ¿y ahora empieza a llorrar?, pero tienes el derecho, las personas que lloran cuando alguien muere son aquellas que más daño le hicieron, pero espero que cuando muera no llores por mi, no necesito tú falso remordimiento, ya no soy aquel niño que lograbas manipular con lágrimas, aunque lleve tu sangre, ya dejaste de ser mi familia, la familia no es aquella que lleve tu mismo laso de sangre, contigo lo comprobe.
-te lo suplico no acabes con tu vida, eres lo único que me queda ahora, prometo cambiar, por favor... te amo.
-deja de decir estupideces, si no cambiaste en todo este tiempo, no lo haras ahora, y para ser sincero me siento tan confunso, ¿me amas? No creo en tus palabras vacías, ya estoy cansado de creer que vas a volver algún día, y sabes, yo ya no lo haré, no volveré, estas son mis últimas palabras -dice muy decidido mientras saca una pistola- padre, te quiero y espero que algun dia tu tambien llegues a quererme -acota y pone el arma en su frente- aunque nada sirve ya, y para tu información sigo esperando que regreses -menciono mientras bajaba una sola lágrima del lado derecho de su rostro.
-¡hijoooooo, no lo hagas!
-adiós papá, te extrañare más de lo que imaginas.
-¡nooo, por favor, te lo suplico!
- adios -susurra antes de sonreír y apretar el gatillo.
-¡noooooooooo!... ¿por qué?, ¿por qué?, ¡¿pooooor queeeee?!

Ojos PlateadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora