Mi mundo alrevez

Capítulo 2

Después de desayunar con abuelo Jack, y mis dos mamás que son mami Karla y mami Mirian, ayude a nana con los platos, los recogimos y los lavamos, nos reímos y burlamos de cosas que pasaban en la calle, cuando terminamos me fui a mi cuarto.

Como no sabía qué hacer, ya que la universidad está de reposo o mejor dicho, los estudiantes tienen dos semanas de vacaciones y mi recámara ya está limpia, la había limpiado ayer, más mi mejor amiga estaba de viaje con su prima, decidí quedarme en el balcón de mi habitación.

Después de un rato en el balcón ya cansada del computador, decidí entrar para buscar que podía hacer, hasta que escuche unos ruidos llamando mi atención, por lo que vuelvo a salir al balcón. Vi como un camión de mudanza con una grúa que llevaba varios autos de lujo para ser exacta 4 a la casa deshabitada de al frente. Eso me sorprendió un poco, ya que al parecer tendría vecinos nuevos. Desde que vivía en ese lugar esa casa estaba deshabitada, mis abuelos me avían comentado que antes de nosotros mudarnos al área si avía alguien pero al parecer murió o se mudo porque nunca supe de el o vi movimiento en esa casa, del el camión bajaron tres personas, una pareja y un señor mayor. Mientras observaba cómo se mudaban mis nuevos vecinos, volví a entrar a mi cuarto para arreglarme, ya que tome la decisión de salir un rato. Después que termine de arreglarme, bajo a la sala y me encuentro con mis abuelos viendo un partido. Al no ver a mis abuelas decido preguntar por ellas.

Marina: ¿Dónde están Mirian y
Karla?

Marcus: Se fueron al mercado a comprar para hacer la cena con gloria.

Asentí con la cabeza.

Marina: Voy a dar una vuelta, ¿necesitan algo?

Jack: No necesitamos nada hasta ahora.

Marina: Okey, les llamo cualquier cosa.

Jack y Marcus: con cuidado!

NARRADOR OMNISCIENTE

Al darse cuenta de la situación, Jack y Marcus se miraron y se detuvieron en seco. antes de que se fuera le hicieron varias preguntas, como para donde iría, cuánto tiempo tomaría estar fuera de la casa y si llegaría muy tarde. Ella les dijo que solo iba a pasear por la ciudad, ya que era su cumpleaños y que ha estado todo el día en la casa. Ellos se miraron  una vez más y le dijeron que si, pero con la condición que antes de las nueve de la noche tenía que estar en casa, ella aceptó y se marchó.
Estaban algo nerviosos porque ella no debía estar ya para la media noche afuera donde la luna está en su punto más alto, podría ser peligroso y más cuando no está consiente de lo que es.