CRECIENDO LENTAMENTE

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A medida que iba creciendo dando cuenta de cómo eras las cosas realmente y se que no me gustaban en lo absoluto pues no era algo que yo quisiera o que pudiera decidir por mi misma.

A mis siete empezó por decirlo así el martirio de mi vida, cambie drástica mente, el brillo en mis ojos desapareció y recuerdo que solo estaba tristeza al darme cuenta de que mi infancia realmente era mentira y que mi padre era un ser despreciable que no debería ser padre.

Me falto conocer mas allá, ver que mi familia era tan separada, tan alejada y que solo frente a los demás fingían ser la familia perfecta, la que siempre estaba unida a la que nada los separaba.

Empezó a darme cuenta que mis padres se la pasaban discutiendo y yo me metía en sus peleas para separarlos, de echo lo que mi hermana hacia era siempre alejarme de sus peleas intentar que yo no escuchara lo que discutian o sus razones por hacerlo.

Al darme cuenta no sólo me dolía esta situación, también me causaba siempre un gran rencor hacia los dos, no podía pretender dejar todo así, empezado a guardar todo lo que sentía, quedarme callada para no causar más discusiones entre mis padres.

La verdad es que en cierto modo le agradezco a mi hermana por a verme separado de todo ese problema y al mismo tiempo pienso que no debió de ser así yo debía darme cuenta de toda la verdadera cara de alguien al que llame padre trece años de mi vida y ahora me doy cuenta de ese gran disimular error

Una Vida....una RazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora