3era Parte

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Taemin suspiró, mecía la cuna de su hijo, mientras le terminaba de ver quedarse dormido por completo. Se le hacía fastidioso tener que ir a una habitación diferente para hacer dormir a su bebé. ¡Una habitación entera para un bebé! En casa solía tener el cunero a lado de su cama, de ese modo podía correr rápido a su lado, si se despertaba llorando a media noche, por cualquier motivo. De igual modo, odiaba las casas grandes, le hacían sentirse tan solo...Y más ahora...

Hizo una mueca, saliendo del cuarto. Había sido un día largo, y más teniendo que soportar las exigencias de Kyuhyun en la empresa. Nunca había sido bueno en los negocios, con las cuentas frías y las decisiones tajantes. Prefería más las cosas cálidas, y sus ventajas de interactuar con las personas, y no desde una oficina, sino cara a cara. ¡Pero tenía que aprender cómo se movía la empresa y sus acciones! Ni siquiera le interesaba eso, era algo ajeno a él, le pertenecían a Minsang...Aunque, viéndolo de ese modo, más le valía aprender, y después tratar de enseñarle a su hijo.

Cruzó el pasillo, pretendiendo llegar a su habitación. No sin antes toparse con Kyuhyun, que parecía estar demasiado ocupado como para iniciar otra discusión. En cambio, él trató de regalarle una sonrisa amable, a lo que Taemin sólo pudo contestar con un gruñido.

-Vamos, ¿sigues enojado?- Se tomó un segundo de su trabajo, para poder conversar con Taemin.

-¿Cómo no estarlo? Si sigues repitiéndome mi ineptitud.- Se cruzó de brazos.

-No pongas palabras en mi boca, yo no dije eso.- Trató de acercarse. -Anda, no puedes armar una tormenta en cada vaso de agua que tengas.

-Me estas irritando más...- Replicó.

-¿Por qué eres así, Taemin ah?- Jadeó. -Solíamos llevarnos bien.

-Aún entonces me hacías irritar mucho.- Frunció los labios.

-Pero eso te parecía divertido.- Trató de arreglar la situación. -Anda, sonríe un poco.- Parecía sincero, tratando de hacerle sentir mejor. -Vayamos a cenar, como lo hacíamos antes, después de que yo te hacía enojar y terminabas perdonándome.

-No lo sé...Minsang ya está dormido y...

-La mucama lo cuidara.- Insistió. -Anda, o ¿es que acaso ya no eres divertido, como antes?

Taemin rodó los ojos, ya no solía caer en este tipo de chantajes, había aprendido a no caer en las provocaciones. Sin embargo, no soportaría más su insistencia, menos si seguía viviendo con él. ¡No entendía cómo aceptó vivir con él en lo que conseguía una casa! Por supuesto, Kyuhyun también había insistido en eso, y había insistido en ser él el que hiciera los trámites con la nueva casa.

-Está bien.- Accedió. -Pero que sea rápido.

-Como gustes y mandes.- Molestó.

Y era que, no le gustaba vivir con Kyuhyun, se sentía raro, como si no debiera. Además, se había desacostumbrado horrores a vivir en la capital, todo el mundo corriendo, viviendo de manera apurada. En cambio, en la isla era diferente, todos tenían tiempo de sobra, viviendo una vida más calmada. Y por supuesto, eran gente más amable. Ahora, más que nunca, entendía la decisión de irse a vivir allá de Changmin. Él se había cansado de la vida citadina. Sin embargo, Minho le dijo que era una buena idea volver a Seúl, y apreciaba su decisión. Minho era demasiado responsable y consecuente, debía haber algo bueno que él no estaba viendo, y que Minho sí lo hizo. ¡Necesitaba hablar con Minho! Él era su confidente, siempre estaba cuando le necesitaba, sin importar la hora. Oh, dios, lo extrañaba tanto. Ni siquiera lo dudo, tenía que llamarle.

Se dejó caer en la cama, mientras esperaba a que la llamada fuera contestada. Era demasiado tarde (había perdido mucho tiempo con Kyuhyun), sería mejor iniciar con una disculpa por llamar a esa hora.

Trocitos de FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora