Pamela y Enrique

27 5 2
                                    

"Conocí a tu padre cuando tenia 15 años. Estudiábamos en el mismo lugar, aunque en diferentes clases. Una compañera me dijo quién era. Según ella, era uno de los más populares del instituto pero nunca le presté atención a sus palabras hasta que lo conocí. Estaba con un pantalón de jean y con la remera del instituto con su pelo castaño obscuro y sus ojos color miel. En ese momento, creí tener una minima posibilidad con el, pero luego, vi que besaba a una hica rubia de gran cuerpo. Era su novia.
Un día, yo llegaba tarde. Cuando empujé la puerta para entrar, golpeé a tu padre con la misma, razón por la que él sebtocaba la frente. Súper nerviosa le pedí disculpas y me dijo que la próxima vez, tuviera cuidado. Yo solo corrí hasta mi salón para no llegar más tarde.
A la salida, subí al bus y me senté en el fondo. A mi lado habían dos asientos libres y luego estos pasaron a estar ocupados por dos chicos, y uní de ellos era Enrique. Yo estaba viéndolo, cuando él dirije su mirada hacia mí. «¿Ves este chichón enlrme? Lo causaste vos» automáticamente bajé la mirada y me puse roja. «Aún así, sigo siendo lindo ¿no lo crees?» yo seguía en silencio y de los nervios que tenia, cuando saqué mi celular y mis auriculares de la mochila, éstos se me calleron de las manos. Él agarró las cosas y me las entregó. Tomé rápido todo y me puse a escuchar musica.
Estaba por llegar a mi parada y me puse de pie. Cuando me bajé, miré para atrás para ver quiénes se habían bajado conmigo. Enrique y Joel. Había olvidado que Joel vivía enfrente de casa. Estaba por abrir el portón para entrar cuando la voz de tu padre me detuvo. «Nos vemos pronto, vecina.»
Las semanas fueron pasando y nos hicimos amigos con Enrique. Él venia a casa y yo iba a la suya. A menudo, nos juntábamos con más amigos para comer juntos y pasar un buen rato.
Tu padre se había transformado en mi mejor amigo y esto fue así durante dos años.
Cuando yo sufría por algún chico, él me consolaba y me apoyaba. No tenia amigas, sólo a él, y no pedía más.
Conforme fueron pasando los meses, estos sentimientos fueron cambiando. Ya no lo veía como mi mejor amigo, sentía lo mismo que sentí la primera vez que lo vi.
Siempre que estábamos juntos me ponía roja y él al notarlo, sólo se reía y me abrazaba.
Un día, estábamos en un parque sentados en elnpasto, hablado de todo un poco. En un momento, nuestras miradas se fijaron, nuatros ojos no veían nada más que a la otra persona. Juro que en ese momento, no sé lo que se me cruzó por la cabaza, pero tomé su rostro y lo besé. Él siguió el beso, cosa que no creí posible. Hablamos durante una hora sobre nuestros sentimientos y decidimos intentar algo. Si la relación de noviazgo no funcionaba, seguiríamos como amigos. Pero si nada podía ser como antes, nos alejaríamos.
Pasamos un año de novios, doce hermosos meses. Él iba a casa comí mi novio y yo iba a la suya como su novia. Todo iba genial hasta que mi ex empezó a hablarme. Enrique desconfiaba de mí, los celos lo consumian, y las peleas eran constantes. Decidimos separarnos y a las dos semanas lo vi con Giovanna, su ex.
Ahí estaba yo, sola, sin mejor amigo y sin novio.
Siempre hablaba con mi madre, ella era la única que secaba mis lágrimas y me consolaba.
Yo seguía hablando con Melissa, su hermana. Un día me llamó llorando diciéndome que su padre estaba internado. Pedí la dirección del centro medico y fui. Cuando llegué Melissa y su madre me abrazaron, me agradecieron que estar con ellas y nos sentamos. Al cabo de unos 10 minutos, la puerta de la habitación donde estaba Jorge se abre. Tu padre salió y se sentó en el piso a llorar con la cabeza ente las piernas.
Me levante, caminé hacie él y me senté a su lado. Él me miró y me abrazó. También lo habrace, muy fuerte y le dije que todo iba a mejorar.
Después, yo tenia mi cabeza en su hombro, extrañaba eso, estar así con él. Ese momento tan lindo tuvo que terminar ya que tenia que irme.
Me despedí de Laura y de Melissa, Enrique me acompañó a la salida.
«Gracias por haber estado con nosotros» le respondí que no tenía que agradecer, que adoraba a su familia, y que contaban conmigo. Me dijo que estuvo sólo tres semanas con Giovanna, que sentía mucho todo lo que había pasado, y que esperaba que lo perdonara. No le di mucha importancia, yo tenia mi mirada fija en el suelo, hasta que sus próximas palabras hicieron que mi corazón latiera fuerte.
«Nunca dejé de pensar en vos. Simplemente porque pasé muy buenos momentos contigo, y principalmente, porque te amo y no puedo ser yo si no estás a mi lado.»
No pude evitar que mis lágrimas corrieran, me largué a llorar y él me abrazó. Limpió mis lágrimas, me miró a los ojos y me besó. Ese mismo día volvimos a estar juntos y a la semana, Jorge estaba dado de alta. Pasó el tiempo y nos fuimos a vivir juntos, nos casamos. Teníamos peleas a diario, varias veses intentamos separarnos pero no pudimos. Tiempo después los tuvimos a ustedes. El motor de nuestra vida."
.
.
.
.
Hasta acá este capítulo. Voy a seguir con el próximo. Besos!

Nunca creí enamorarme de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora