Renacer en otro lugar.

Cap. 1. Renacer en otro lugar.

La vida puede dar muchas vueltas, pero a veces te paras y la ves desde otro punto de vista. Ves que pasan los meses y no has sonreído lo suficiente,  ves a esas personas que siguen a tu lado a pesar de tus defectos y ves que puede haber gente que se ha ido para no volver.

Pues asi ha sido mi vida, hasta que las vueltas se pararon.

Mi vida ha sido un ir y venir de gente a la que le confié todo y no me dejaron nada. Mis padres se separaron y tenia dos hermanos, uno de ellos murió tragicamente en un accidente, el otro se pasa todos los días de fiesta. Así que, yo, estoy sola mayormente todo el día hasta las 00:00 que viene mi madre y me puede dar el beso de buenas noche.

Esto es un pequeño resumen de mi vida. 

Pero mi vida, de golpe y porrazo, cambio. ¿Para bien o para mal?

Mi madre un día de junio me dijo que se iba a trabajar a estados unidos, a una pequeña cuidad a 30 km de Nueva York, que si me apetecía cambiar de aires. Yo, lógicamente, acepte su petición. Pero atrás dejaría a mi ex, a mi mejor amigo y a mi padre. 

Me costo muchísimo despedirme de todos pero sobre todo de mi ex, porque yo no lo veía como mi ex novio sino como el hermano que me quitaron.

Yo sabia que íbamos para un verano pero mi madre se quedaría allí para siempre, y yo debería pensar en eso. Me marche, dejando atrás miles de recuerdos, la mayoría malos. En el avión lloraba con algunas canciones que escuchaba que me recordaban a los paseos en el parque, a mis sonrisas triste y, sobretodo, mi habitación.

Llegamos tras 8 horas de vuelo, mi madre pidió un taxi para ir a la que iba a ser nuestra nueva casa. Llegamos a un barrio residencial, típico de película, mientras íbamos en el taxi le gritaba a mi madre y veía a los skaters y a las personas mayores por la calle y mas me emocionaba.

Al fin, llegamos. La casa era enorme con dos plantas, una gran cocina que mi madre grito al verla, tres habitación y un desván que me llamo demasiado la atención. 

Al subir, elegí habitación, estaba subiendo las escaleras a la izquierda. Era enorme. Empece a deshacer la maleta y colgar mis queridos póster de Justin y Miley, mis ídolos. Esa noche dormí algo incomoda pero imaginándome millones de historia. ¿Que pasaría mañana? ¿Que haría? ¿Haría amigos?.