Renacer en otro lugar.

Cap. 5. Una joya de vecino.

Me levanté teniendo un dolor de cabeza muy intenso, pensé "resaca". Vi por la ventana que un camión de mudanza estaba aparcado en la casa de enfrente y una música molesta salia de ella, aunque me gustaba estaba demasiado alta para mi.

Bajé en pijama y sin mirarme al espejo y fui a la casa de enfrente a decirles que bajaran la música. Me abrió un chico alto, moreno de ojos verdes.

- Hola, soy tu vecina de enfrente. Vengo a pedirte, por favor, que bajes la música.

+ Es mi casa y puedo poner la música como quiera ¿te sirve? -mientras hablaba no podía dejar de mirar su torso desnudo.

- ¿Perdona? Pero, creo, llámame loca, que la calle no es tuya y tu maldita y ruidosa música llega hasta mi casa -dije.

+ Estas perdonada de venir con esas pintas a mi casa -me señaló con el dedo de arriba abajo.

Le lanzé una mirada de asco mientras volvia a mi casa. Me metí en la ducha escuchando 'Believe' a tope. Mientras el agua caía sobre mi cabeza recordaba lo poco que podía de la noche anterior y del nuevo y prepotente vecino.

Bajé a cenar con muchisimas hambre, ya que no habia comido nada desde ayer en la cena. Cuando terminé, llamé a las chicas, para ver como estaban después de la noche de ayer y para contarles las novedades de mis vecinos.

- Hola chicas, ¿como llevais eso? -dije aguantando la risa.

+ ¡Oh!, no hables tan fuertes -dijo Chloé un poco ronca.

- Yo estoy estupendamente, es lo que tienen las aspirinas -dijo Aliza estusiasmada.

+ ¿A que viene tanto estusiasmo, querida amiga?

- Oioioioi, eso me suena a algo relacionada con el amor ¿no?

+ ¿Porque tiene que ser algo relacionado con eso? -dijo Aliza muy nerviosa.

- No se, sera porque te quedaste a solas con Jordi, cuéntanoslo todo.

+ No puedo, mi madre me reclama. Mañana hablamos chicas.

-Adios enamorada -Chloé y yo nos despedimos y colgamos.

Bajé a la cocina y me tomé un vaso de leche con miel mientras mi madre me contaba como le iba en su nuevo trabajo.