Capítulo 5

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8:00am

-Joseph: ¡tío Patrick! ¿Tienes una corbata que puedas prestarme?

-Patrick: si claro tengo esta azul turquesa ¿te gusta?

-Joseph: ¡Claro! ¿Crees que voy muy formal?

-Patrick: vas perfectamente elegante Joshep.

-Ross: me enorgullece tener un sobrino tan guapo –interrumpió entrando al cuarto para avisar que Angely lo estaba esperando en la puerta.

-Patrick: recuerda poner mucha atención en la Celebración Eucarística, fíjate en la homilía del padre y trata de ponerla en práctica aplicándola a tu vida.

-Joseph: ¡Claro tío!

-Patrick: date prisa o los harás esperar mucho.

Toda la familia salió para saludar a Angely y a su familia, Angely tenía un vestido azul claro con detalles en color plateado que le llegaba arriba de la rodilla, estaba hermosa con ese cabello suelto y las mejillas rosadas en su rostro tan delicado. Joshep subió al carro en el asiento trasero junto a Angely.

-Joshep: ¡buenos días señor y señora Thomson!

- George: dime George por favor Joshep...

- Fabiola: y a mí puedes decirme Fabiola...

-Joshep: está bien, espero no faltarles el respeto y la confianza.

- George: nunca lo has hecho, ¿Cómo vas con la recuperación de la memoria?

-Joshep: no podría clasificarlo pero considero que llevo un nivel medio.

- George: es un buen avance.

- Angely: está recobrando su habilidad para el basquetbol papá.

- George: oh magnifico, espero verte jugar de nuevo muy pronto.

- Fabiola: si, eres magnifico Joshep, tus partidos han provocado que se nos suba la adrenalina muchas veces.

-Joshep: gracias por el cumplido, espero recuperar pronto todos mis recuerdos.

George estacionar su carro en el parqueo al lado de la Iglesia, faltaban pocos minutos para que diera inicio la Celebración así que se apresuraron a tomar asiento en las bancas que aún estaban desocupadas. Joshep y Angely se sentaron juntos a pesar de que había mucho espacio de sobra en la banca. El sacerdote entra por el pasillo central del templo hacia el altar, acompañado de cuatro monaguillos. Al llegar al momento de la homilía Joshep toma de la mano a Angely y se la besa, ella se sonroja y le da un beso en la mejilla, en acto siguiente el padre empieza con la reflexión.

-P. Rubén: Queridos Hermanos y Hermanas, hoy meditaremos el pasaje evangélico que hemos escuchado, los discípulos de Emaús que tan desorientados y abatidos no se dan cuenta de la presencia de Jesús resucitado quien es el que los acompaña por el camino. Lo reconocen hasta que lo ven partir el pan, es decir, lo reconocen no por su imagen sino por los gestos de servicialidad que lo han caracterizado acompañado de un dar gracias a Dios cada vez que eleva los ojos hacia el cielo.

Reconociendo a Jesús nos reconocemos también, aquel que descubre a Cristo se descubre a sí mismo. El no reconocerlo es olvidarnos de nuestra existencia. Es como buscar la respuesta en un espejo viendo el rostro de Jesús con nuestro rostro y viceversa. Somos tan incrédulos que no nos basta saber que Jesús siempre va acompañándonos en el camino de la vida como lo hizo con los discípulos de Emaús, necesitamos verlo y sentir su presencia.

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